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Decir que no se sentía culpable sería una completa mentira; joder, se sentía la peor persona del maldito mundo, ¿Cómo pudo haberle dicho todas esas cosas hirientes al omega más hermoso que había visto en su maldita vida?

Maldito Jimin, maldito Yoongi y maldito él, por desear a la pareja destinada de su mejor amigo.

Soltó un suspiro frustrado nuevamente mirando con su ceño fruncido tras el mostrador, viendo con envidia la felicidad de las pocas personas que comían tranquilamente en la cafetería; de seguro ellos no tenían que lidiar con el recuerdo de la mirada cristalina de aquel hermoso omega después de oír toda la mierda que salía de su boca.

Refregó sus manos sobre su rostro irritado consigo mismo, no podía perdonarse tal acto de estupidez, y su lobo rasgando dentro de él, castigando su irrespetuoso comportamiento empeoraba su situación.

Ahora no solo Yoongi lo odiaba, Jimin también lo odiaba y también ese beta que no recordaba su nombre, pero se veía muy molesto ese día.

De cualquier forma, la lejanía de Jimin lo estaba volviendo loco.

El maldito no le había hablado desde hace dos semanas, no respondía sus mensajes ni llamadas, y en la universidad no se lo topaba por ningún lado, evitandolo a toda costa; de verdad, estaba a punto de cometer un acto en contra de su propia vida.

El tintineo de la campana del local lo sacó de sus exagerados pensamientos, y esforzándose por sonreír al cliente recién llegado se dirigió a su puesto detrás de la caja registradora.

Sin embargo cuando su mirada se conectó con la del contrario su aliento se contuvo, frente a él estaba aquel omega que le taladraba la cabeza estás malditas dos semanas.

¿Por qué tiene que ser tan bonito?

¿Por qué no puedo odiarlo?

⿻;🌻사랑

—Oye, Kitty, ¿Quieres que te acompañe a la cafetería? —preguntó Jungkook mirando al mayor expectante.

Yoongi bufó, desde ese día con Jimin y Taehyung, Jungkook se había vuelto sobreprotector con él, no lo dejaba solo ni para ir al baño, siempre estando al rededor de él evitando que alguien se le acercara.

—No soy un niño, Jungkook, sé cuidarme solo, no es necesario que estés conmigo todo el tiempo. —exclamó un poco irritado.

—Lo sé, Hyung, pero no quiero que ningún alfa idiota lo haga llorar otra vez. —reprochó el beta tomando las manos de Yoongi con delicadeza, brindándole delicadas caricias.

—Te lo agradezco, Jungkook, pero ya lo dije, sé cuidarme solo, ningún alfa idiota me hará llorar. —Jungkook lo miró dudoso. —Ademas, ¿Seokjin no se pondrá celoso? Lo has estado descuidando mucho por mi culpa, no quisiera que tuvieran problemas.

Jungkook soltó una carcajada. —Hablas como si Seokjin fuera mi pareja sentimental, somos pareja de exposición, pero tienes razón, me matará si no voy a su casa para hacer la presentación. —declinó el beta dejando un beso en la frente del omega. —Nos vemos después, Hyung.

Yoongi rodó los ojos mientas veía al menor alejarse en su motocicleta.

—Tan joto que es y en motocicleta anda el cabrón. —tarareó para si mismo sonriendo.

You are NOT my alpha | ᵗᵃᵉᵍⁱ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora