Tras semanas sin empleo, la oferta que su amigo le hizo fue la única opción que le quedaba y aun así no podía creer que estaba recién bañado, limpio y oloroso, mientras su lobo estaba inquieto y él, sumamente inquieto y nervioso por encontrarse frente a ese lugar "ilegal".
Abrió lentamente la puerta de cristal, mirando a todos lados y fijándose en varios juguetes sexuales, lencería muy hermosa (que le gustó) y algunas prendas que deseo poder tener puestas.
Pero como siempre, no podía ni pensarlo porque no había dinero suficiente para eso, ni era el momento adecuado.
Negó con la cabeza varias veces, no debía pensar en esas cosas.
—Hola ¿en qué puedo ayudarle? —Una joven Omega, hermosa, le saludo, parecía tranquila.
—Bueno. —El temblor en su cuerpo era notorio— y-yo... vengo a...
—¿Por productos?
—No, n-no... por —Ni siquiera terminó de hablar cuando la mujer omega asintió tomándolo del brazo y guiándolo hacía lo que parecía ser la bodega, donde una puerta azul fue abierta.
Mientras avanzaba, sus ojitos curiosos notaron las paredes de madera, esas que su amigo había mencionado. Grandes y con los agujeros a la altura de la cadera.
Tenían unas cintas arriba, y un soporte donde debería ir algo extra.
—Mmm, eres un omega. Necesito que te desvistas. —La voz de un beta lo sorprendió e hizo sonrojar—. Tengo que evaluar que cumplas con todos los requisitos, después, en unas horas, vas a colocarle ahí.
Señaló donde había visto anteriormente, y de manera lenta empezó a despojarse de sus prendas.
Primero sus manos pequeñas tomaron los botones de su camisa quitándola lentamente, con la mirada fija al suelo y después desabrochando su pantalón para retirarlo junto a su bóxer.
—Bien, ábrete de piernas. —Se sentó, mucho más sonrojado que antes, pero aun así optó por obedecer—. ¿Alguna enfermedad?
—No. —Mordió su labio.
—¿Tu último chequeo?
—Hace una semana. —Temblaba, sus manos incluso sudaban por los nervios.
Se sentía tan avergonzado; pero de igual manera debía hacerlo. Vio como el beta registraba en una pequeña tabla todos los datos que le iba dando.
—¿Nombre?
—Gun.
—De acuerdo, ven aquí.
Sin ninguna prenda caminó hasta el asiento del otro lado, donde miró una cámara. Estaba asustado, nunca había hecho ese tipo de cosas y dejarse tocar por un extraño era demasiado extremo.
—Listo, ve con la omega del fondo y usa lo que te dé. Recibirás cuatrocientos dólares por ser un omega, también porque eres lindo y tienes una buena retaguardia. Si hoy un alfa o beta paga por ti, la cantidad subirá.
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Duro - H.A #5
FanfictionGun Atthaphan es un Omega de veintidós años, que tiene algunos problemas de dinero. Él lo necesita con urgencia pues ha quedado desempleado. Cuando alguien le menciona que existe un lugar donde le pagarían mucho sólo por enseñar su culo y dejarse fo...