Complejo De Blancanieves

Capítulo 2

Capítulo 2

Bianca.

El camino hacia Mínovich se hace eterno, ya se está oscureciendo.

— Cariño, creo que seria bueno que nos fijemos en una posada para pasar la noche.

— Si, eso mismo estaba pensando.— acepta mi padre.

Enseguida papá desvía el camino y vemos a lo lejos una posada toda iluminada, claro papá conoce a la perfección cada lugar ya que este ha sido su pueblo desde que vino a buscar empleo y finalmente se conoció con mi madre y lo demás ya sabemos que pasó,

El lugar era de lo más hermoso, me sorprende que se vea así estando en medio de la nada

—Vaya, este lugar es muy bonito papá. — comento.

— Este lugar fue construido por el rey, sabía que era un viaje cansador para los  que van a Mínovich, entonces mandó a construir posadas por todos los caminos que van de las ciudades a la capital.

— Oh, por lo visto es un buen rey, se preocupa por sus habitantes.— dice Salomé.

— No podemos decir eso sin siquiera verlo.— dice Simón.

Al poco ya estamos pidiendo una habitación para descansar, todos los hospedajes se ven tan hermosos aunque fuera en medio de la nada.

— Bueno, creo que es hora de ir a dormir mis amores, mañana llegaremos a Mínovich y necesitamos energías para el viaje que nos queda—  mamá nos saca los platos sucios y los lleva a lavar.

— Esta bien, hasta mañana mamá. — Simón le da un beso en la frente y va a la habitación. Salomé hace lo mismo yo voy hacia ella y empiezo a secar los cubiertos limpios.

— ¿Estás preocupada madre?.— ella sonríe.

— Te mentiría si dijera que no, pero si cariño, me siento un poco asustada por el muevo cambio.

— Y es entendible madre, cuanto tiempo trabajando para la familia del duque y de la nada debes irte de allí.

— Eso es verdad, es un cambio muy grande el que haremos. Pero, debemos tener esperanzas en Dios y en que todo nos irá bien.— ella termina de pasarme el último cubierto y me señala a un lado para que mire, era mi papá estaba durmiendo en el sofá.

— Creo que debes llevarlo a la habitación, debe descansar mejor.— ella me sonríe y asiente.

— Sí, la verdad es que se esforzó mucho para que todos estemos bien después de lo que pasó con el anillo y el duque.

— Marcos me prometió que haría la investigación, él nos quiere ayudar a aclarar las cosas.

— Siempre me dio la impresión de ser un buen chico, es amable y atento.

— Yo...  nunca tuve cercanía con él, había algo que no me llamaba de su personalidad, tal vez esté equivocada.

— De hecho no querías hablar con él, cuando quería hablarte de más tu te ibas.

— Supongo que era lo mejor, ya no estamos ahí.

— Bueno, todo lo que ocurre es por algo.

— Sí, eso lo sé.— digo animadamente.

— Muy bien, ve a dormir que mañana temprano debemos partir.

— Si madre, hasta mañana.— le beso la frente y subo las escaleras para entrara a la habitación que debemos compartir entre los tres hermanos, hay dos camas y un sillón, adivinen quién llegó tarde y debe dormir en el sillón.

Me voy a lavar la cara y cepillarme los dientes para luego ir a dormir.

La mañana siguiente

Cada vez se hace más cerca  el camino a  Mínovich.  El desayuno fue tomar un vaso de leche con pan y seguir viajando.

Salomé está dormida a un lado y Simón estaba mirando las vistas por la ventana.

— Papá, a lo lejos puedo ver Mínovich.— dice alegre, Salomé se despierta lo más rápido posible y mira por la ventana.

— ¡Es cierto! ¡Ya llegamos!— Todos reímos de alegría al leer un cartel sostenido de dos postes "Bienvenidos a Mínovich".

— Mi hermana dijo que su casa está seca de la famosa panadería y pastelería del pueblo.

— ¿Cómo se llama esa panadería?.– pregunta mamá.— hay que  saberlo así pedimos indicaciones.

— Creo que se llamaba, "Backery of heaven".

Acordaron preguntar por si alguna persona pasaba por aquí, quedamos cerca de un gran puente, según la hermana de mi padre era el puente donde se transitaba más ya que por aquí pasan millones de personas pues es una zona de comercio.

— Pero que raro querido, según tu hermana los comercios están abiertos hasta tarde y recién son las 14:00.

— Sospecho que debe haber una celebración y todo el pueblo fue, tal vez debamos seguir el camino del puente hasta la plaza.

— Creo que seria bueno, sino estaríamos toda la tarde aquí. — todos nos metemos en la camioneta y seguimos el camino atravesando el puente.

Después de un rato vemos que a lo largo del camino por los costados que las personas de la cuidad están amontonadas muy alegres.

— ¿Que es todo esto papá?.— le pregunto intrigada.

— No lo sé hija, estacionaremos allá y nos uniremos a ellos y pediremos indicaciones.— y así lo hacemos nos bajamos todos y nos amontonados con el resto mi vista recorre a todos lados viendo las casas, los comercios, hasta que después de caminar  veo a una persona muy particular que conozco.

— ¡Prima!.— digo emocionada  y la chica se gira automáticamente al oírme.

— ¡Primita!.— grita y se acerca corriendo hasta mi abrazándome.— al fin llegaron, mamá estaba preocupada, ¿donde están los tíos? y ¿Salomé y Simón?.— me pregunta,

—Están por allí, ven te llevo.— ella me sigue hasta que llegamos donde estaba antes encontrándome con mi familia.

– Tío, tía.

Mis padres y hermanos se voltean felices y se acerca a abrazarla.

— Querida sobrina, que alegría verte, estábamos algo perdidos.— dice mamá con alegría.

— Sí tía, es normal pero ya se acostumbrarán, vengan, mamá está por allá.— todos la seguimos hasta que llegamos a unos centímetros de mi tía que no se percató que estábamos aquí.— Mamá, los tíos ya llegaron.— la tía se giró y se acercó a abrazar a mi padre y luego a mi madre.

— ¡Que felicidad que llegaron!, justo en el momento más oportuno.— luego se giró hacia nosotros.— ¡pero que grandes están mis hermosos sobrinos!— nos abrazo y beso en la mejilla  a cada uno, siempre fue cariñosa con nosotros.— vengan, llegaron justo a tiempo.

— ¿Que se celebra hoy?— pregunta papá.

— Hoy llega el rey y el príncipe de su viaje del extranjero y como los queremos mucho lo recibimos así.

— Vaya, deben ser muy buenos.— digo.

— Así es.— contesta mi prima.

— ¡Aquí vienen!.— grita alguna persona que está al frente de todos.

De la nada todos se agitan entusiastas saludando con los brazos en alto,  el rey, el príncipe y otros dos caballeros, están a unos centímetros de pasar por aquí cuando esos ojos verdes olivo me observan detenidamente  por unos segundos hasta  apartarlos  y sigue su vista al frente saludando a las personas.

— ¿Estas bien prima?.— pregunta Nancy.— estas toda roja.

— Si, creo que solo es el cansancio del viaje.

— Vamos, te llevaré.— ella le avisa a su madre que iremos juntas.— bien, tu familia se va con mi madre así que podemos irnos.

— Claro. — digo aún con esos hermosos ojos en mi cabeza.