ACTORES - Akaza × Rengoku One-shot +18

Parte única

Bienvenidos a un one-shot yaoi Akaren en un AU moderno. Disfruten:

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--- Algún día os convertireis en pilares y cargareis con el peso del cuerpo de matademonios. Estoy seguro de ello. Creo en todos y cada uno de vosotros.

--- ¡Corten! --- Haruo Sotozaki, el director de la película, por fin anuncia el final de la grabación de esa escena. Dolorosa para todos los que estaban viéndola. --- Kyōjurō, has estado increíble.

--- Gracias. --- Con una sonrisa por fin podía levantarse. Habían sido las horas más dolorosas de su vida, al menos para sus rodillas.

Una y otra y otra vez había tenido que repetir el diálogo, era sumamente difícil actuar que estás muriendo mientras que tu voz tiene que sonar inspirada pero apagándose. Pero de una vez había terminado no solo esa escena, sino también su actuación en toda la película.

Sin pensárselo se dirige al camerino a limpiarse la sangre falsa y cambiarse, encontrándose a su mejor amigo dentro. Él ya se estaba desmaquillando desde hace horas, pues su maquillaje cubría literalmente todo su cuerpo.

--- Akaza, ¿Cómo vas con eso? --- Pregunta viendo que apenas ha conseguido quitarse el maquillaje de la cara. Un suspiro escapa del menor, quien se gira para verlo con cansancio.

--- Creo que voy a pedirle a los del staff que me ayuden. Aquí me quedan horas.

--- Ya veo... --- Kyōjurō se puso en el espejo de al lado mirándolo de reojo. --- ¿Sigue en pie lo de cenar en tu casa?

--- Pfff... A este ritmo no llegaremos a mi casa hasta mañana. Vete si quieres y lo dejamos para otro día.

--- No, no. Te esperaré. --- Comentó casi al momento, negándose por completo a cambiar la fecha de su ritual sagrado mensual conocido como "noche de pizza y pelis". --- Este es el papel en el que más tiempo han tardado en maquillarte, ¿No?

--- Por supuesto. Y mira que he hecho muchas actuaciones desde que nos graduamos hace 7 años, pero cada vez que tocaba maquillarse para hacer este personaje... --- Akaza suspiró con pesadez.

--- Sí que ha pasado tiempo, aún recuerdo el día que nos conocimos... --- Kyōjurō cerró los ojos sin dejar de desmaquillarse pensando con nostalgia en los dos adolescentes, que ahora eran adultos, cuando estaban en la academia de interpretación.

El mayor no podía olvidar ese ese día. La prestigiosa academia de interpretación a la que habían asistido estaba llena de hijos de otros actores, como era el caso de Kyōjurō. Normalmente todos iban bien vestidos y presentables hasta a su mismísima majestad si hiciera falta.

Pero su Akaza... No, su mejor amigo era distinto. Entre tantos niños finos estaba él, iba de lo más casual y con el pelo revoltoso. Llamaba demasiado la atención, incluso consiguiendo burlas de algunos creídos, los típicos "niños de papá". Aunque tampoco es que le importase, solo él sabía cuánto merecía estar allí, había llegado a todo lo que era por méritos propios sin la ayuda de ningún externo.

Creció sin padres, obligado a pasar por familias de acogida, a cada cual peor que la anterior. Pero todo cambió el día en el que obtuvo la mayoría de edad. Por desgracia el destino de la mayoría de huérfanos es ser un simple desecho de la sociedad cuando cumplen 18 años y ya ninguna familia los va a acoger.

Creyendo que estaba condenado a esa misma vida solo se dedicó a vagar por las calles esa tarde, observó con curiosidad un teatro en el que buscaban actores para interpretar a un personaje con el que se identificaba infinitamente. Tampoco tenía nada mejor que hacer así que decidió probar suerte y presentarse, aunque no se supiese ni los diálogos ni se hubiese leído el guion, ni siquiera sabía el nombre de la obra.