Labios | Spreen X Carrera

04

Paso aproximadamente 3 meses desde que comenzó su amistad... ellos se sentían tan agusto estando juntos, tan completos que no sentían necesidad de alguien o algo más.

Ambos sentían algo especial, Ivan sentía amor por Rodrigo, y Rodrigo... el no sabía ni que sentia, de lo que estaba seguro era de que no quería perder a Ivan.

La verdad es que como Rodrigo no estaba tan seguro de lo que sentía por Iván empezó a conocer... a otra persona, obviamente esto no lo sabía el pelinegro.

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-Y como te dije es algo que me gusta hacer cuando estoy sola- finalizo mientras comía -Rodrigo... ¿escuchaste lo que dije?

-¿Mm? Ah si si Luna- respondió un poco nervioso y se apresuró en cambiar de tema-Te tengo que decir algo..

-Si, dime

Luna es una chica muy linda, extrovertida y segura. Es por eso que llamo la atención de Rodrigo, ambos compartían varias cosas en el instituto y mostraban cierto interés, pero... eso no se comparaba a cuando estaba con Iván.

-Bueno te queria preguntar si vos... -no le salían las palabras por lo nervioso que estaba.

-¿Si yo?- pregunto con interés a tal confesión.

Ella ya tenía una idea de lo que Rodrigo quería decir. Se sentía insegura porque él podía decirle mil maravillas, pero ninguna de sus acciones lo demostraba.

-Ah...Luna, vos me gustas, me gustaste desde el momento en que te conocí y ... no puedo sacarte de mi cabeza- a tal confesión le agrego una sonrisa un tanto nerviosa-¿Quieres ser mi novia?

Luna, a pesar de que ya lo sabía, se sorprendió y al mismo tiempo se sintió la chica más feliz del mundo. Sentía su rostro caliente y aunque quería responder que sí, no le salían las palabras.

A tal obstáculo decidió ir por otro método. Se acercó un poco más a Rodrigo y agarro si barbilla, lo miro a los ojos y le sonrió de una manera coqueta. Rodrigo se sentía en las nubes, el cómo lo intimidaba le encantaba, no podía dejar de pensar en que sus labios se acercaban y en el suave tacto que sentia en su cuello.

Ambos labios se unieron en un dulce beso, ambos se sentían tan tímidos, pero sabían que está no era una oportunidad para desperdiciar.

Cuando se separaron, Luna abrazo a Rodrigo, se sentía bien porque el beso fue correspondido y Rodrigo se sentía igual o mejor aún. Ambos se quedaron un rato en silencio, Luna escuchando los latidos de Rodrigo y Rodrigo acariciando la cabeza de Luna. El amor en ese momento era tan placentero y al mismo tiempo sofocante.

Pero había una mirada más, una que precenciaba el acto, un espectador.

-Ah mierda.