seokmin

64 8 0
                                    

༺☆༻

Todos los viernes Seokmin y yo preparábamos la cena y pasábamos el rato juntos por largas horas. Momentos inolvidables y llenos de un amor sincero sucedían, mayormente, en su apartamento. Gracias a esos momentos, los viernes se habían convertido en mis días favoritos de la semana. Habíamos quedado en preparar una pasta.

Toqué el timbre de la puerta, la cual fue abierta de inmediato. Seokmin me rodeó en sus brazos tan pronto visualizó mi presencia, dándome la mejor bienvenida. No tardé en corresponder su abrazo, jamás podría negarme a uno de ellos. La calidez que me transmitían sus abrazos no se encontraba en ninguna otra persona.

—Te extrañé mucho—dijo con una sonrisa, seguida por un tierno beso en la frente.

—Yo también—respondí con mis mejillas rojizas.

—Tengo mucha hambre, deberíamos preparar la pasta ahora—sugirió y yo asentí con rapidez.

Dejé mis pertenencias en una esquina de la entrada para poder estar más cómoda. Seokmin tomó mi mano sin hacerle fuerza, esperando por mí mientras la sujetaba con cariño.

La música es algo que no puede faltar en situaciones como estas, así que Seokmin se apresuró en poner nuestras canciones favoritas. La primera vez que cocinamos, nos tomó dos horas organizar una lista de canciones para la ocasión. El apartamento fue adornado por notas musicales que hacían del momento uno más hermoso y romántico.

—Pondré a hervir los fideos para comenzar—avisé a Seokmin, quien me detuvo con rapidez.

—Espera, no puedes cocinar sin esto.— Tomó el delantal que yo siempre usaba para no manchar mi ropa al cocinar.

Me colocó el delantal con cuidado e hizo un pequeño lazo en la parte de atrás para evitar que se saliera. Yo tomé el otro delantal para ayudarlo a ponerse el suyo.

—Estoy emocionada y nerviosa, espero que la pasta nos quede deliciosa—hablé nerviosa mientras terminaba de hacer su lazo en el delantal.

—No estés nerviosa. Eres una novia muy talentosa y yo un novio muy guapo. Todo saldrá excelente.

—¿Y yo no soy guapa?—pregunté en broma.

—La más guapa de todas.—Se acercó lentamente y me abrazó por la cintura, para luego colocar su barbilla sobre mi cabeza.

Luego de unos minutos de preparación, comenzamos a hacer la pasta siguiendo cada paso de la receta. Queríamos que fuese la mejor pasta que probáramos en nuestras vidas.

—Adoro tanto nuestros viernes— comenté con la cabeza en el regazo de Seokmin mientras disfrutaba de sus caricias.

—Yo igual. Jamás permitiré que nada arruine nuestros viernes—afirmó con un tono de voz tranquilo.

Esta era mi parte favorita; cuando nos quedamos esperando a que la comida terminara de hacerse mientras descansábamos en el sofá.

Me levanté de su regazo y deposité un tierno beso en sus labios perfectos. Seokmin lo correspondió de inmediato y con tranquilidad, haciendo que mi estómago fuese invadido por mariposas. Me separé para dedicarme a mirar los hermosos detalles en su rostro. Él aprovechó la ocasión para depositar otro beso, uno corto y rápido, pero muy tierno. Ambos nos quedamos varios segundos apreciando los rasgos faciales del otro. Entonces, un olor a humo comenzó a entrometerse en la poca distancia que mi novio y yo guardábamos.

—¡La pasta!—Me levanté de inmediato del sofá y corrí a la cocina con Seokmin igual de exaltado que yo.

Al echar un vistazo a la pasta, se encontraba en buenas condiciones, o al menos eso creía.

—¿Ese color negrito es parte de la receta?—pregunté, mientras miraba la pasta fijamente.—Da igual, nada que la salsa no pueda resolver—dije tratando de mejorar la situación.

—¡Mírame!—exclamó Seokmin.

Cuando me di la vuelta, me di cuenta de que Seokmin no me estaba escuchando. Había decidido por pintarse los labios con la salsa que preparamos para la pasta. Traté de aguantar la risa, pero fue bastante inevitable.

—Seokmin...

Fui interrumpida por su dedo tocando la punta de mi nariz, llenándola de la salsa. Pasé mi dedo por la nariz y probé la salsa. Seokmin me miró con desagrado por la acción.

—¡Esto definitivamente salvará la pasta!

Después de unos largos minutos, nos sentamos en la mesa para comer. El platillo se veía delicioso y hacía que mi estómago rugiera repetidas veces.

Bon appétit!—Seokmin expresó, ansioso por darle un bocado a la pasta.

Quería ver su reacción, así que quise esperar a que él diera el primer bocado. Tomó una enorme cantidad y la introdujo en su boca. Masticó con rapidez y...¡Boom!

Una enorme bomba de pasta voló por todo el apartamento hasta tocar el suelo. Mi boca se abrió enormemente por lo sucedido. Miré a Seokmin desconcertada, mientras él trataba de salvar su vida con un gran vaso de agua. Acabó ese vaso de agua en menos de un minuto, para después tratar de recuperar el aire.

—¡Está delicioso!—Su sarcasmo se hizo evidente.

—A ver, voy a probarla.—Introduje de la pasta a mi boca.

Mi boca comenzó a presenciar un sabor demasiado amargo, totalmente desagradable. Muecas de asco comenzaron a dominar mis expresiones faciales. Necesitaba expulsar aquella asquerosa pasta de mi boca.

—¡Traga, traga!—Seokmin me echaba aire con sus manos mientras me daba ánimos.—¡Toma!—Me extendió mi vaso de agua.

Respiré hondo unas dos veces para tragar, todo fue posible con el apoyo de mi novio. Asqueada, arrebaté con velocidad el vaso de las manos de Seokmin y lo acabé casi al instante.

—Pusimos mucho esfuerzo en esto.—Me entristecí al recordar nuestro trabajo en equipo.

—Quizás no sea la mejor pasta de nuestras vidas, pero definitivamente será la más inolvidable.—Río mientras rodeaba la mesa para llegar a mi silla y darme un abrazo. —¿Y si hacemos noche de películas? Recuerda que jamás permitiré que nada arruine nuestros viernes.— Acarició mi mejilla con su mano.

Tengo al mejor novio.





hola🫡

SEVENTEEN-One Shots♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora