Apenas Ni-Ki abrió la puerta de la habitación de SuNoo es que se dieron cuenta del ruido que había dentro y que no habían notado hasta entonces, quedándose de pie en la entrada con ojos grandes y bocas entreabiertas de la sorpresa. El omega estaba acostado boca abajo, su mejilla pegada a la almohada y sus caderas alzadas, su rostro enrojecido y sus dedos trabajando en su agujero; gemía bajito, su mano masturbando su miembro mientras su zurda se encargaba de estirar sus pliegues lubricados.
— Por favor... alfa... — se oía desesperado, moviéndose un poco para dejarles una mejor vista de su intimidad, la cual se contraía en busca de atención — SungHoonie... por favor.
El aludido tragó saliva ruidosamente, de pronto sus manos temblando de los nervios al ser llamado, sin estar realmente preparado. Ni-Ki le dio un pequeño empujón para que se adentrara a la habitación, y en cuanto lo miró el pelinegro le asintió con una sonrisa que buscaba animarlo. Aunque el alfa menor tampoco se veía demasiado seguro.
— SungHoonie... alfa... — seguía murmurando, casi lloriqueando porque necesitaba aliviarse y el chico no se apuraba.
Así que, vacilante, SungHoon dio pasos pequeños llenos de timidez repentina, acercándose hasta colocarse detrás del omega, quien separó sus nalgas ofreciéndose a sí mismo. El alfa mayor tragó saliva de nuevo, llevando sus manos a la suave piel blandita de sus glúteos, donde acarició un poco antes de inclinar su cuerpo con la intención de subirse también a la cama, acercando su rostro. Jadeó cuando el aroma le pegó directamente en la nariz, la excitación comenzando a nublarle los sentidos poco a poquito, y con eso decidió lamerle cuidadosamente, ganándose un gemido gustoso ante la sensación del húmedo sinhueso tanteándole.
— Kinnie... — el omega llamó jadeante, mirando con ojos brillantes al pelinegro que seguía parado apoyado en el marco de la puerta, gimiendo sin poder evitarlo cuando el alfa mayor introdujo su lengua — uhm... K-Kinnie-ah...
El susodicho decidió acercarse también, sosteniendo la mano que le ofreció el omega e inclinándose cuando lo haló hacia él; sus bocas se encontraron, ahogando un gemido que el hyung estaba por soltar cuando sintió un dedo travieso acariciarle antes de penetrar con delicadeza, la lengua volviendo a unirse. SuNoo tanteó con sus manos la ropa interior del pelinegro hasta bajarla con rapidez, ni siquiera dándole tiempo de hacer nada cuando se apartó del beso y dirigió su atención al miembro ya medio endurecido entre sus dedos. Masturbó a Ni-Ki, antes de engullirlo con su boca, gimiendo de nuevo cuando SungHoon aumentó un poco la velocidad del par de dedos que buscaban estirarlo. La lubricación natural facilitaba el trabajo, y si bien algunos preferían saltarse ese paso, el peligris quería que el omega lo disfrutase sin demasiado dolor.
— Joder... — el murmuro ronco abandonó la garganta de Ni-Ki, sosteniendo el cabello suave de SuNoo entre sus dedos cuando el omega lo obligó a hacerlo, pues él mismo había llevado esa mano sobre su cabeza. El hyung succionó su erección, un sonido obsceno escuchándose cuando la sacó de su boca, comenzado a repartir húmedos besos alrededor del falo hasta llegar al nudo desinflado y chuparlo, provocándole al alfa un delicioso cosquilleo que le recorrió el vientre bajo y lo hizo gemir.
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capuccino candy ♯݊ˢᵘⁿᵍˢᵘⁿᵏⁱ
Fanfiction❝Los ve como un par de cachorritos, no puede tomarles del todo en serio, y no quiere hacerles daño poniendo a uno sobre otro. Pero los alfas bebés ya están ilusionados y esperan pacientes una decisión.❞ ↳ ¿Dos alfas y un omega? ¿No es eso peligroso...