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— Te amo, siempre seremos un equipo, por nada de este mundo nos separaremos.—. Me murmuraba Costa al acercase a mis labios.
— Te ves patético recordando algo que ya es pasado. —. Me decía mi conciencia, al notar como estaba tan concentrado en ese pensamiento. — Además no es la primera vez, que alguien te deja de lado por no ser perfecto.
Esa voz en mi cabeza era una molestia completa, no pasaba ni un día en el cual no la escuchara molestándome en mí día a día.
— Podrías dejar de ser tan irritante, por lo menos un día.—. Hoy no andaba de humor, no soportaría para nada escucharlo todo lo que queda de resto del día.
Estados Unidos de Norteamérica, era un nombre que todo el mundo conocía y sabia de su poder, vamos estamos hablando de la primera súper potencial mundial, con la mejor economía del mundo, mejor ejercito y tecnología de punta, ni hablar de su atractivo tan característico de un estadounidense, cuerpo musculoso, piel blanca, ojos azules y cabello rubio como el sol.
Una mueca agridulce se formaría en mi cara, estaba recostado en mi cama, recordaba ese momento como si fuera ayer, hacia unos 6 meses que él peruano me había dejado, por mi obesidad, el me había dicho que no podía soportar estar con alguien que descuidaba su cuerpo, con una figura obesa. Yo en un principio nunca fui así, más bien era representación de ideal estadounidense, cuerpo musculo, ojos azules y cabello rubio, pero la presión constante de ser la primera potencia mundial era abrumadora, tanto que comencé a comer en exceso y comencé a descuidar mi figura. Y con eso perdí todo.
Mi atractivo físico.
Mi seguridad.
Y mi hermoso novio.
— Recordatorio: Reunión de la ONU—. Hablo mi asistente virtual, me levante sin mucho ánimo de mi cama y me vestí, me sentía miserable al ver que mucha de mis antiguas ropas ya no me quedaba o ya no me servía, me veía a mi mismo como una forma de carne y de grasas miserable, seguía teniendo el mismo poder social y economía; pero que servía eso si ya no tenía a la persona que motivaba mi vida.
En casi nade de tiempo llegue a la sala de reuniones, era un edificio grande de cinco piso para ser exactos, la salas de la ONU era un enorme lugar, con un techo de cristal en donde se reunían todos los países, con unos hermosos jardines y fuentes al frente de la misma, en la parte delantera ondeaba todas las banderas del mundo, había un espacio donde se colocaban las antiguas banderas de países para recordarlos; esta sala tenía un pasillo que conectaba al edificio principal de la ONU. Un imponente lugar si me pregunta a mí. La manera en la cual nos encontrábamos organizados era la siguiente, todos los países estaban organizados por continentes, para mi hermosa suerte, estaba al lado de los países de Latinoamericanos. Teniendo que soportar sus¨¨bromas¨¨ hacia mi parte.
