La tormenta de problemas había acabado, ahora, solo que daba una pequeña llovizna que inundaba sus corazones. Venezuela y U. S. A no era la perfecta representación de la pareja esterotipica pero ellos mismo le habían colocado nombre propio a lo que habían creado.
Un suspiro de melancolía se posaría en los labios de Venezuela. No le gustaba la vista que tenía del estadounidense.— Si sigues haciendo eso, te matara—. Centicio el latino al ver las marcas de los brazos del rubio.
Este se encogería de hombros mientras daba una sonrisa de burla, la verdad, para el norteamericano estaba acostumbrado a esos sermones que que le daba el caribeño, el sabía muy bien que lo que hacía no estaba bien, era algo que lo hacía sentir tranquilo y con “vida” pero sabía que en cualquiera momento esa cosa lo mataría en cualquier momento, ha decir verdad para el estadounidense la importaba una reverenda mierda lo que le dijeran, era su manera de afrontar sus problemas y nadie podía decirle lo contrario.
— Por lo menos, puedes dejar de hacer eso en mi presencia, sabes que eso me molesta—. Respondió abrumado toda esta situación lo ponía de los nervios, no solo el tema del estadounidense si no todo lo que estaba pasando a su alrededor. Solo necesitaba un momento de paz pero los hacía su amigo y no lo ayudaba para nada.
— Te puedes largar sabes, nadie te está reteniendo.
Un silencio incómodo se impregnaria en el ambiente. Esas palabras quedaron resonando en la cabeza de Venecia, podría irse pero le gusta demasiado la compañía de el anglosajón, el traía una calma que nadie nunca antes lo había hecho, se solo mordería la lengua para evitar decir algo que terminara en una pelea interesaría.
— He escuchado de ti últimamente, en los pasillos de la O.N.U —. Fue el que rompió el silencio.— Es algo nuevo la verdad.
— ¿De mí? —. Cuestiono el rubio, con un ceño fruncido notoriamente dándole referencia que no entendía ante su confesión.
— Seh—. Carraspeó el albino, ante el rostro confundió y molesto del veneco.— A sí que le has dado un buen, golpe en la cara a Rusia. Eso es nuevo.
Esbozo una sonrisa de diversión en su rostro, enterarse de como el venezolano le había dado un buen puñetazo en la cara, era una casa de la cual lo está divirtiendo demasiado.
— La verdad, no me gustaría que saques la mención de ese tema.
Menciono apenado el latino, guardando su cabeza entre sus piernas, no le gustaba para nada como el norteamericano mencionaba sin más ese tema que era una verdad para él, pero un rumor y un chisme para las demás personas a su alrededor.
— La verdad si te soy sincero, se me hace divertido como le partiste la cara a Rusia —. Dijo divertido el norteamericano recordando, como se vería la cara del ruso con la nariz rota gracias al latinoamericano.
— Debes pensar que soy patético.
Dijo apenado y con las mejillas rojas el venezolano.
— Por favor Venezuela —. Decía entre risillas.— Jamás pensaría mal de ti, y mucho menos de que eres alguien patético.—. Dijo con sinceridad mirando directamente a los ojos grises del latinoamericano.
— ¿No? —. Pregunto, esperando una respuesta de su sinceridad del anglo-parlante.
— No —. Respondió con sinceridad mirando al tricolor.— Además no soy muy fan de los rumores, deja que todo el mundo hable de ti. Eso no define lo que eres.Silencio fue lo que reino entre los dos países, ante las palabras de el no era un silencio molesto, era uno agradable del cual no querían romper de ninguna manera. Solo disfrutaban del lugar los árboles rosados y el atardecer con sus mezcla de colores amarillos, rojos y naranjas era agradable a la vista, todo era perfecto esto era su boulevard de sus sueños rotos.
💌 𝐍𝐨𝐭𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐀𝐮𝐭𝐨r💌
Vale esto es nuevo después de casi dos años sin actualizar he decaído volver hacer esto por primero, el primer libro en serio era una mierda y este quiero que en serio demuestre mis capacidades como escritora solo diré, que espero que les guste el prólogo, como tanto como a mi en fin espero les guste se despide su loca de confianza bay.