Acosada por BlackPink/ Editada

¿Nos conocemos?

Se había mudado una chica al barrio, eso ponía algo contenta a T/n ya que no era de tener amigos, y esta era una buena oportunidad.

— Esta es una oportunidad del destino — dijo t/n bajando las escaleras para salir de casa.

T/n era una chica tímida y dulce, a pesar de aver pasado por mucho, nunca perdía su toque característico, algo que ella quería que los demás vieran.

— ¡Mamá!

— ¿Si t/n?

— Voy a visitar a la nueva vecina.

— Bien, coje llevale estos panesillos — dijo dándole una cesta con deliciosos y calentitos panecillos

— Gracias, no tardaré.

T/n agarró la cesta y salió de su casa, era un día maravilloso, cálido como a ella le gusta, era un día de verano.

Cruzó la calle y miró por unos segundos aquella enorme casa, un poco más grande que la suya, vaciló el timbre con algo de dudas de si tocarlo o no.

— ¿No pierdo nada verdad? — se dijo asi misma.

Estiró su pequeño dedo y toco el dichoso timbre.

Este hizo eco por toda la casa, y en cuestión de segundos un hermoso cabello rubio ondulado se hizo presente.

— Hola — habló la chica rubia.

— H-hola — dijo t/n algo tímida.

— Supongo que eres la vecina de al frente.

— Si, toma mi mamá los preparó, espero que te gusten — dijo t/n pasándole la cesta con los panesillos.

— Huele delicioso, me recuerda a los panecillos que me hacia mi abuela — habló la rubia con nostalgia — ¿Son panecillos verdad? — volvió a decir esperando conformación.

— Si son panecillos.

La chica parecía amable, era alta con una piel pálida y hidratada, no tenia ni una imperfección, su pelo rubio que le tocaba la cintura, ondeado, al igual que su piel, estaba brillante y bien cuidado, seguro que era el tipo de chica que implementaba mucho tiempo en su belleza física.

— Oh, disculpa por mi mala educación, ¿Desea pasar?

— Esta bien.

T/n entro a su casa, una casa muy grande y bonita, estaba bien organizada y limpia, todo estaba tan perfecto.

— Tienes una casa muy bonita — murmuró t/n.

— Gracias, no es gran cosa, a mi madre le gusta todo limpio y arreglado — dijo algo avergonzada — Ven sientate.

— No tomaré mucho de tu tiempo, solo vine a conocerte, me iré rápido.

— Puedes quedarte el tiempo que quieras, no me vendría mal una nueva amiga — mencionó la rubia sonriente.

Las nuevas amigas pasaron unas horas conversando acerca de su vida, en poco tiempo se habían echo un poco cercanas, el ambiente era amistoso entre las dos.

— Nunca pregunte, ¿Como te llamas?

— T/n.

— Lindo nombre t/n, yo me llamo Natalia.

— Tienes un hermoso nombre.

Pasaron otras dos horas hablando, hasta que t/n se acordó que tenia que hacer algunos deberes ya que al día siguiente le tocaba escuela.

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Era fin de las vacaciones de verano, eso significaba de que era hora de entrar a la cárcel llamada escuela.