𝐎

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Ya cuando todos habían desempacado sus cosas en la cómoda cabaña, SuNoo se dispuso a darse una ducha para despejar su mente, como siempre hacía cada vez que sus sentimientos trataban de hundirlo. Así que tomó su toalla y se encerró en el baño, siendo seguido por siete curiosos pares de ojos, que se miraban entre ellos y preguntaban por qué el omega tenía olor a tristeza.


— ¿Qué le sucede? — formuló YeonJun, buscando la respuesta en los ojos de sus amigos hasta que finalmente se detuvo en Ni-Ki.


Jay también fijo su vista en Ni-Ki, esperando que el respondiera aquella interrogante, porque SuNoo solo había estado con él en todo el camino, se supone que el debería de saber.


El alfa solo se encogió de hombros.


— No lo sé — respondió. Pero en el fondo sabía que el estado del omega se debía a él, solo que no sabía el porqué. Todo parecía estar bien hasta que bajaron del vehículo.


¿Quizás había sido muy territorial cuando rodeo su cintura? el solo quería protegerlo de los demás cambia formas. ¿Su olor comenzó a serle desagradable al omega? de seguro que sí. ¿Acaso solo era por su celo que SuNoo quería estar con él? ¿En realidad no le interesaba para nada? Su cabeza comenzó a llenarse de interrogantes cuestionando que es lo que hizo mal, mientras su lobo se desesperaba cada segundo más al no saber qué es lo que afectaba de esa manera a su omega.


Sí, suyo, porque aunque Ni-Ki aún no lo sabía, su lobo lo tenía más que claro. Ellos se pertenecían de todas las formas posibles.


SuNoo era su pareja destinada. De eso no había duda.


Solo faltaba que la tonta parte humana lo comprendiera de una vez por todas, porque el lobo ya llevaba bastante tiempo tratando de hacérselo saber sin obtener ningún resultado. Comenzaba a pensar que nunca lograría que su otra parte abriera los ojos a la verdad.


Por otra parte, tanto SuNoo como su animal interno se encontraban decaídos, sin ganas de hacer nada.


— Anda SuNoo — SungHoon tiró una vez más la manga de su sudadera, buscando levantarlo de aquella cama donde se veía tan lamentable. — No vinimos aquí para que te comportes así. — refunfuñó. Observando como la mata de pelo castaño se hundía cada vez más dentro de las sábanas.


— Lo sé — murmuró desanimado — es mi animal interno el que se está comportando extraño, y sé que no es por el celo. Estoy sintiendo mucho silencio en mi interior, de hecho es ... como si no estuviera ahí en realidad — soltó un pesado suspiro, preocupando en demasía al otro omega ahí presente.

¡meow! ♯݊ˢᵘⁿᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora