Johnny ama a Yukhei.

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—¡No! —Seungwan grita, desesperada; ahogada en su propio llanto.

Johnny, asustado, toma su rostro entre sus manos y le alza la cabeza para verla mejor.

—Estás haciendo un show. Cálmate.

—No puedo hacer esto, Johnny. Perdóname. Ya no te amo.

—¿Qué cosas dices? Tenemos que seguir con esto.

—No, Johnny. Por favor. Puedes quedarte con todo, pero por favor, no me obligues a esto. Creí que podía pero no. No lo aguanto más —se quiebra en un sollozo, agarrándose del brazo del castaño.

—Hey, está bien. Haremos lo que quieras, solo tranquilizate.

Le habla con voz serena. Nunca la había visto así. Ella se caracterizaba por ser una mujer fuerte y sin temor a nada, decidida.

—Quédate con tu trabajo y la casa, pero... no hagamos esto...

Ella le ruega, con su maquillaje arruinado, cayendo por sus delgados pómulos.

—Está bien —una discreta sonrisa se forma en el rostro del mayor—. Puedes ¿irte? Si es lo que quieres.

Sin pensarlo dos veces, sale de ahí, evitando la mirada de los demás, juzgandola. El padre dice lo obvio, que la boda era cancelada y dio la bendición a todos. Después de eso, la gente comienza a salir, comentando lo que pasó.

Los padres de Seungwan se disculpan con Johnny por el "treatrito" que su hija causó. Él dice que no hay problema, la entiende y que le desea lo mejor.

Toma siento en un escalón del altar, suspirando sonoramente.

—Niños, vayan a fuera, en un rato nos iremos.

Jessi les dice a sus hijos y ellos obedecen. Con mucho cuidado de no arruinar su vestido, toma asiendo al lado de su hijo mayor, palmeando su rodilla, dándole apoyo.

—Ya todo pasó, corazón —ella sonríe, luego se vuelve una mueca—. No debería decir esto pero, estoy feliz.

Johnny pasa un dedo por sus labios, pensando y mirando a un punto fijo en la alfombra roja. Asiente, lentamente.

—Yo también. Aunque, mi ego está un poco dañado —bromea y recibe un golpe en el brazo.

—Oh, sabía que dirías eso —se ríen juntos—. Vamos, cariño, te invito a comer con las niños a un lugar lindo.

—¿Estamos celebrando que mi boda se canceló?

—¿Hay algo más para hacerlo?

Johnny niega, parándose con agilidad. Le da la mano a su madre para ayudarla. Salen de ahí, tomados de la mano, cariñosamente.

 Salen de ahí, tomados de la mano, cariñosamente

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Yukhei cepilla sus dientes con rudeza. La lluvia apenas choca contra los cristales de su habitación. Está solo en casa y le pone de mal humor.

Una semana ha pasado ya desde la boda. Seguro Johnny y Seungwan estaban disfrutando de su Luna de miel en alguna playa del Caribe o turisteando a las orillas de Egipto. Solo espera que sus vacaciones se vean arruinadas por la llovizna.

Todo por papi ‹𝟹 JohncasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora