2292 palabras.
Narrado en tercera persona.
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—¡Contemos historias de terror! —Ofrece Jane en un triste intento por convencer a sus amigas de quedarse despiertos unas horas más.
A penas ha pasado un mes desde que inició el semestre. Sin embargo, el grupo de amigas ya se encuentra hasta el tope de proyectos por entregar. Es esto por lo que ___[T/n] no se encuentra con ánimos de continuar platicando en su dormitorio del campus, a pesar de que todavía no son ni las 11 de la noche.
—De seguro contarás la misma tonta historia del roble maldito detrás de las canchas —argumenta Nan con fastidio, pues ya ha escuchado el mismo relato desde que entró a ese colegio.
—¡Hey! No te burles del viejo roble. Está a tan sólo unos 100 metros de este dormitorio.
—Lo siento, Jane —interrumpe ___[T/n] antes de que la discusión entre sus amigas empeore—. Quisiera apoyarte en la idea de las historias de terror, pero yo creo que mejor me iré a dormir.
—Bueno, Nan y yo podríamos contarlas mientras te duermes. Prometemos no hacer mucho escándalo, ¿cierto?
Nan se encoge de hombros mientras observa a ___[T/n] acomodar su cama para descansar.
—Mientras evites repetir la historia del roble embrujado, no creo que haya problema.
—Bien, sólo no quiero que me despierten con un susto. Mañana tengo una presentación importante por hacer.
Con gran emoción, Jane comienza a relatar una historia supuestamente real que leyó hace poco en un foro en internet. Los
Tanto Jane como Nan miran a ___[T/n] constantemente para asegurarse de que no le han despertado. Se les pasan un par de horas con distintos cuentos de terror que no les causan miedo alguno, pues ambas amigas son fanáticas del género. Es hasta que se aburren, de hecho, que deciden terminar la charla y acompañar a su amiga en el reino de los sueños.
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Las silenciosas risas y bromas de sus amigas no lograron si quiera inquietar a ___[T/n]. Es hasta que un fuerte ruido se filtra por la ventana abierta que ella despierta súbitamente.
Estaba teniendo una pesadilla con la vieja historia del roble embrujado. Inmediatamente culpa a sus amigas de ello, creyendo que escuchar sus cuentos de terror estando inconsciente hizo que tuviera un mal sueño.
La chica intenta volver a dormir de inmediato, pero una extraña sensación la mantiene alerta.
Decide levantarse a tomar un poco de con agua. Cuando se encuentra caminando de vuelta hacia su cama, la ventana abierta llama su atención. Jane siempre suele dejar la ventana en ese estado, así que eso en particular no es lo que ha despertado su curiosidad. En realidad, no sabe con exactitud por qué se encuentra caminando hacia la ventana para echar un vistazo al exterior.
Tan sólo hay un par de faros encendidos dentro del campus. Deben ser como las 4 de la mañana, así que aún está demasiado oscuro afuera para ver lo que ocurre con exactitud.
Las únicas siluetas que puede ver a la distancia son las de algunos edificios que dejan las luces encendidas durante toda la noche, o que se encuentran así porque los trabajadores han tenido que estar ahí horas extras.
El recuerdo de la pesadilla de la que acaba de despertar hace que quiera buscar el viejo roble en la oscuridad. Sin embargo, no importa lo bien que esté grabado el mapa del campus en su mente, ella no puede ver el árbol en lo absoluto.
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F4 Thailand » One-shots
LosoweOne-shots inspirados en la historia y/o personajes de F4 Thailand. ⚠️ Actualizaciones lentas ⚠️