Capítulo 12

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-Iré de inmediato –dijo Alex antes de terminar la llamada con Rubén.

Su cabeza estaba hecha un lío; la altercada reunión con Samuel había desestabilizado todas sus emociones, y ahora Rubius de la nada amenazaba con volver a Noruega. Debía encontrar alguna forma para que las cosas se arreglaran, o por lo menos impedir que Rubius se fuera.

Fueron solo cuestión de minutos para que Alex llegara al departamento donde Rubius se había mudado después del accidente, ahora el peliblanco de nuevo buscaba mudarse... pero esta vez a otro país.

-Alex –dijo el peliblanco al ver a su amigo detrás de la puerta. –Gracias por ayudarme, quiero comenzar cancelando los contratos de las marcas más grandes y después...

-Rubius –interrumpió el menor parándose frente a él. -¿Estás seguro de que quieres volver a Noruega?

La expresión de Rubius se fue distorsionando poco a poco, hasta mostrar sus verdaderos sentimientos: tristeza y pesar.

-Fue difícil tomar esta decisión, pero creo que es lo mejor para mí, al menos por ahora.

-No lo entiendo, pensé que lo estabas superando.

-¡¿Qué dices?! ¿Superarlo? Alexby, tú mejor que nadie sabe que no he avanzado ni un poco. Mis canales de youtube y mi canal de twitch han estado inactivos desde hace meses –Rubén comenzó a explicar con desesperación. –Nuestras salidas son siempre a antros o discotecas, independiente de eso, no salgo de este horrible departamento ni siquiera para buscar algo que comer... Alex, esto no está funcionando, debo encontrar la manera de salir adelante, y mientras yo esté aquí, recordando todo, no hay manera de que pueda avanzar.

Alexby había escuchado claramente todas las razones que su amigo tenía para tomar la decisión de irse, y a pesar de que podía entender un poco de cómo se sentía, tenía la sensación de que si dejaba ir a Rubius este no regresaría jamás.

Las palabras que salieron de su boca fueron dichas sin pensar, en un intento desesperado de hacer que Rubius se quedara. –Samuel ha comenzado a recordarte.

-¿Qué? –el mundo pareció detenerse.

-Antes de venir aquí, Samuel me visitó, me preguntó cosas sobre ti, dijo que has estado en su cabeza desde la primera vez que te vio en el hospital, y que desde ese momento siempre ha tenido la impresión de conocerte –al menos una parte era real. –Aunque aún no recuerda las cosas que pasaron cuando comenzaron su relación, tiene algunos recuerdos de antes: que eres un fastidioso y molesto, irrespetuoso e impulsivo, pero... alguien muy agradable.

Con cada mentira que decía, Alex se sentía peor; una apuñalada tras otra directo al corazón. El dolor en su pecho empeoró al ver a Rubius directamente a los ojos. Después de mucho tiempo, esta era la primera vez que Alex veía brillar los ojos del peliblanco; ojos verdes llenos de esperanza y afición, que al instante se apagaron tras un golpe de desasosiego.

"Soy de lo peor".

-¿Es en serio? –dijo Rubius con un hilo de voz. La voz de alguien quien está quebrándose y se aferra a una única cosa.

-Sabes que no te mentiría –"Al menos no hasta ahora". Pensó el menor evitando la mirada del peliblanco.

-Estás mintiendo –un golpe de realidad sosegó la emoción de Rubén. –Estás diciendo eso porque no quieres que me vaya.

-No soy una persona sentimental, no te estaría diciendo esto si no tuviera la esperanza de que las cosas pueden volver a funcionar entre ustedes.

"Me estoy convirtiendo en un mentiroso, esto no está bien, Alex, debes detenerte". A pesar de advertirse a sí mismo, el pequeño continuó. –Sé que eres una persona que no se rinde sin antes haberlo intentado, Rubius, por favor, no hagas de esta tu primera vez y lucha por lo que más amas en este mundo. Una vez dijiste que incluso si la probabilidad es del 0.1 % tú lo intentarías. Tal vez ahora las probabilidades de que todo mejores son menores a eso, pero... ¿no vale la pena intentarlo?

Lo que recuerda de mí || RUBEGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora