NO SEAS UN MANTENIDO

CAPITULO 15: CAUSA Y EFECTO

Lu Qi pensó que Huo MingChen había susurrado algo como: "¿No sería genial si siempre fueras así?"

Esa voz era demasiado suave, como si Huo MingChen estuviera hablando solo.

Lu Qi estaba a punto de preguntar qué dijo cuando Huo MingChen de repente lo agarró: "Salgamos de aquí. Este lugar es un desastre. Vamos a casa."

A Lu Qi no le gustaba ir a lugares como este, por lo que obedientemente siguió a Huo MingChen hasta la salida donde el viento frío del exterior despertó su mente confusa. La atmósfera fría y solitaria del exterior contrastaba con la música apagada y el ruido animado del bar.

Huo MingChen se estremeció de frío, y con la intención de iniciar una conversación, dijo: "Hace mucho frío, el invierno ya casi está aquí".

No había sustancia en el tema, por lo que Lu Qi dijo desinteresadamente: "La primavera tampoco está lejos". Y en un movimiento muy familiar, deslizó su mano en el bolsillo del pantalón del otro.

"¡Ah! No lo-"

Huo MingChen se sobresaltó y rápidamente trató de detener su mano. Si quería besarle, deberían regresar primero. No lo hagas en la carretera donde todos puedan ver.

Lu Qi lo miró fijamente y movió los dedos. Bajo la mirada de Huo MingChen, sacó lentamente un par de llaves y las agitó frente a él.

Lu Qi entrecerró los ojos y dijo en un tono sospechoso: "¿Qué querías decir hace un momento?"

Huo MingChen de repente pensó que era realmente estúpido y tosió dos veces antes de alejarse. Caminó rápido y sin decir palabra hacia el aparcamiento, su silueta mostraba una rara escena de pena.

El frío de la noche se filtraba lentamente en sus cuerpos. Lu Qi se rio detrás de Huo MingChen y le siguió.

El calor del coche que los rodeaba les dio sueño. Lu Qi también conducía con mucha suavidad y, en medio del viaje a casa, Huo MingChen casi se queda dormido. Se enderezó en su asiento y bostezó, pensando que este deportivo debe sentirse como si hubiera sido agraviado.

"¿Por qué conduces como un viejo? Podría andar en bicicleta y aun así ser más rápido que tú".

Como persona que murió en un accidente automovilístico en su vida pasada, Lu Qi sintió que ya estaba haciendo un buen trabajo, ignorando su trauma psicológico. No es que a todos les guste acelerar como Huo MingChen.

"La vida está llena de accidentes, no es malo ser cauteloso".

Huo MingChen no respondió y desvió la mirada para mirar los coches que pasaban por la ventana. Bajó la cabeza y jugó con la manija de la puerta. Al segundo siguiente, su mano fue golpeada por Lu Qi, y una voz lenta y suave sonó a su lado: "No seas estúpido. Si mueres al caerte, no te salvaré".

Huo MingChen guardó la mano con enfado, se miró el dorso de la mano y encontró una débil marca roja. Frunció el ceño y dijo con frialdad: "No te preocupes. Si muero, te arrastraré conmigo."

Quién sabe si lo que dijo era verdad o mentira.

Lu Qi volvió a poner su mano en el volante y se concentró en conducir, ignorando al idiota con muerte cerebral. Al pasar por un supermercado 24 horas, recordó que aún no había cenado y preguntó: "¿Quieres comprar algo de comida?"

Alguien ni siquiera levantó los párpados y se recostó en el asiento como un rey: "Voy a ser franco, no sé cocinar".

"No esperaba que lo hicieras. Es para mí de todos modos. Si no quieres moverte, quédate así."

Lu Qi aparcó el coche y salió. Dio dos pasos y por el rabillo del ojo vio que alguien lo seguía como un patito. Huo MingChen lo alcanzó, y debido a que había demasiada gente alrededor, solo pudo golpearlo infelizmente en el hombro.