➶ Ignórame ➷ | ♡ JaemJun / RenMin ♡

Capítulo 32

2 meses después.

Jaemin se había cambiado de instituto por voluntad propia, no sabía lo que podría ocurrir si estaban en la misma clase, no quería que ninguno de los dos sufriera más de lo que ya estaban sufriendo.

Su padre había dejado de tomar y se volvió a comportar como el buen padre que alguna vez llegó a ser.

Su madre había dejado de ser maltratada y pasó a ser tratada con más respeto.

Jaemin veía que al menos en su casa iba todo mejorando, pero él... él sentía un dolor indescriptible. ¿En serio tenía que haberse sacrificado para que todo volviera a la normalidad?

Jaemin se sentía culpable y claro que lo era.

Quería hablar con Renjun.

Quería saber cómo estaba.

Quería decirle cuanto lo extrañaba.

Quería decirle la verdad.

Tenía mucho que decirle, pero tan poco coraje para hacerlo de una vez por todas.

Se sentía atrapado en un laberinto del cual no había una salida.

¿Y Renjun?

Renjun probablemente es el que más sufría, con tan solo ver esa escena del beso su corazón se oprimió tanto que sintió que dejó de latir por un momento.

Ahora seguía sufriendo, sobre todo porque no tenía ningún contacto con él.

Donghyuck le dijo que a lo mejor eso era lo mejor, pero él solo quería hablar al menos una última vez con el pelinegro.

Donghyuck y Mark intentaron subirle el ánimo, pero nada funcionaba, estuvo durante el primer mes y medio sin comer muy bien y prácticamente sin salir de casa

Mark quiso decirle la verdad de todo, pero sabía que a él no le correspondía decir eso.

Ahora Jaemin se encontraba en el centro comercial con Yuqi, no era su novia, pero se había convertido en una amiga muy preciada para él, sobretodo porque le ayudó a realizar su plan ese día sabiendo que se ganaría el odio de Renjun y después de eso estuvo intentando animarle en los momentos en los que se sentía decaído y culpable por hacerle daño a Renjun.

—¿Quieres ir por un helado? — preguntó Yuqi— ¡Oh! ¡Espera! Me encanta esa camisa— señaló el escaparate — ahora vuelvo — le dio las bolsas de ropa a Jaemin y salió corriendo hacia ese lugar.

Jaemin cansado se fue a sentar en uno de los bancos que había cerca de ahí.

Observando alrededor pudo ver una cabellera de color rosa y cuando vio su cara se quedó estático.

Era Renjun.

Jaemin no lo había visto desde lo sucedido en su casa.

Quería correr, abrazarlo y pedirle perdón por todo lo que ocurrió, quería hacerlo.

Jaemin se quedó mirándolo hasta que Renjun se dio cuenta y sus vistas chocaron.

El pelirosado hizo como que no vio nada y siguió caminando, al parecer estaba buscando a alguien.

— Ya está, Jaeminie— regresó Yuqi después de haber comprado esa camiseta. — vayamos a por el helado. — jaló a Jaemin y se dirigieron a la heladería.

Para ese momento Renjun ya había desaparecido de su vista.

...

—Yuqi, escoge un sabor y ya—dijo Jaemin sin paciencia mientras revisaba sus redes sociales.

—Es que me gustan todos — hizo un puchero.

—Sabes que te espero sentado en las mesas de afuera. —respondió mientras caminaba sin mirar por donde iba.

Iba tan concentrado viendo el móvil que en la puerta de la heladería chocó levemente con Renjun, quien iba hablando con Jeno animadamente que no se fijó en Jaemin.

En el momento del impacto a Jaemin se le cayó el móvil al suelo, pero en vez de recogerlo se quedó viendo intensamente a Renjun, quien también le devolvía la mirada.

Justo en ese momento llegó Yuqi con un helado en su mano.

El ambiente se ponía cada vez más intenso y nadie sabía cómo reaccionar hasta que Jeno recogió el móvil y se lo entregó a Jaemin.

—Ren...

—Nana...D-digo Na, n-no pensé que estarías por aquí con tu novia— Intentó decir sin que le quebrase la voz tanto.

—Yuqi no es mi...

—M-me alegro que s-seas feliz con ella, Na—musitó con la voz entre cortada interrumpiéndolo.

Renjun tenía muchas ganas de tirarse al suelo y llorar en ese momento.

Y Jaemin...

Jaemin simplemente se sentía la peor persona del mundo al ver a Renjun con los ojos algo llorosos e intentando dedicarle una sonrisa cuando él no la merece.

Renjun se dio la vuelta dándole la espalda ya que había comenzado a derramar lágrimas, no soportaba el hecho de que lo seguía amando aun cuando supo que solo lo quiso por deseo sexual.

—Renjun, yo...—intentó acercarse a él.

—Creo que no deberías continuar —intervino Jeno mientras envolvía en sus brazos al pelirosado.

—¿Y tú quién eres? —espetó Jaemin celoso al verlos tan juntos.

—¿Yo? Yo soy su novio.

¿Su... novio?