Jamie:
Me cogí una copa de la mesa de bebidas y me junté a Cony y a Edwin. Estuvimos conversando sobre tipos de personas a la hora de dormir. Cony sacaba unos temas de conversación muy pero que muy extraños.
- ¿Sabéis que hay algunos que duermen de pie? - dijo este. Nos miró, esperando una respuesta. - ¿A que os he dejado con una duda tan grande que no vais a poder dormir bien hoy?
Edwin y yo nos miramos, extrañados.
- Eh... Cony... - empezó diciendo. - ¿Qué tal si vas a preguntarles a las chicas si quieren venir a hablar?
- OH. Voy. - dijo marchándose.
Miré a Edwin. - Menos mal. Claramente iba a tener insomnio por su culpa. -dije.
Él se rió. - Cony es Cony.
Escuchar eso me hizo pensar en mi infancia. Estábamos los cuatro juntos. Igual que ahora. Hacía mucho tiempo que no les veía, y me alegra estar con ellos.
Di a Edwin una palmadita en la espalda. - Y nadie podrá arreglarlo. - añadí, y nos reímos.
Observamos la estancia, estaban trayendo los aperitivos de cena y las personas que nos e encontraban en la sala comenzaron a entrar. Cony. Estaba hablando con Eli y con Jenny. ¿Y Avery?
Hice un gesto a Edwin para que me siguiera.
Llegamos con Cony. Yo miré por la sala haber si estaba pero nada, no estaba.
- Chicas. - las llamé. - ¿Sabéis dónde está Avery?
Parecieron pensarlo.
- Se ha ido un momento al baño. - dijo Jenny.
- ¿Y la habéis dejado sola? - reprochó Edwin, que era el único que comprendía la gravedad de la situación.
-Relájate. - le espetó Eli. - Está bien. Ha ido al baño, ahora vuelve. - pensó. - Aunque... se fue hace quince minutos. - dijo eso con una pizca de preocupación.
Eso me alteró todavía más.
Cony estaba serio, al igual que Jenny. Ahora todos comprendían la situación.
- Vamos a buscarla. -dijo Eli.
Yo asentí.
Edwin me agarró del hombro, conduciéndome hacia la salida de la sala.
íbamos todos.
- ¿Sabéis a qué baño se ha ido? - pregunté.
Ellas negaron con la cabeza. Jo-der.
- Pues habrá que dividirse, así, cada uno buscará en cada una de las plant... - un pinchazo de dolor me sacudió de pies a cabeza. Me desestabilicé y Edwin me agarró.
- Tío, ¿te encuentras bien? - preguntó.
La cabeza me dolía como si me fuera a explotar. Me sentía cansado y débil.
- No-no sé que me pasa. - musité.
Todos me miraron, preocupados.
Me recuperé y les ordené que siguiéramos el camino. No tenía ni puta idea de lo que me había pasado.
Avanzamos por los pasillos. Edwin y yo revisaríamos la primera planta, Cony, la dos y Eli y Jenny la tres. Les dije que si la encontraban me llamaran. Yo les escucharía mentalmente. Todos asintieron y nos dividimos.
Edwin y yo caminamos por la planta uno en busca del baño más cercano.
- Está en el pasillo de las aulas. - dije.
Asintió. - Por ahí. - señaló a la derecha.
Fuimos lo más rápido que pudimos. De pronto, otro latigazo de dolor me sacudió. Paré en seco y Edwin se detuvo junto a mi.
Escuché ruido en mi cabeza, pero también escuché mi nombre. Escuchaba ¡Jamie! ¡Jamie! ¡Ayuda!
Me paralicé. Era la voz de Avery. Chillona e inocente sonando en mi cabeza. Me asusté. Me asusté mucho.
- ¡Está en peligro! - grité. Edwin me miró.
- ¿La has escuchado?
- Sí, joder ¡Sí! ¡La estoy leyendo la mente y me está pidiendo ayuda!
Mi respiración se aceleró. ¿La había leído la mente involuntariamente? Eso era raro. Más tarde intentaré averiguar por qué...
- Corre. - dije.
Fuimos por el pasillo a toda velocidad hasta llegar al aula de las clases. Había un cartel al fondo que indicaba que allí se encontraba un cuarto de baño.
Corrimos alarmados hasta llegar a la entrada del de chicas.
Abrí con fuerza la puerta. Estaba desierto. Lo único que vimos, fue una máscara negra y azul en medio del baño. Era la de Avery.
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Querido Jamie [COMPLETA]
Teen Fiction[ENEMIES TO LOVERS] [FANTASÍA] ¿Qué pasaría si tu vida dependiera de una persona? Avery depende de un apuesto Carmesí llamado Jamie, que le revela un secreto sobre su especie y al hacerlo, la pone en peligro y tienen que marcharse. ...