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La semana se paso volando, no paso nada nuevo en estos días, de ves en cuando iba a la casa de Senju a ver peliculas o a molestar a su Takeomi, aunque siempre nos terminaba hechando y pasabamos en el parque que estaba cerca de nuestras casas, habían días en los que Senju me arrastraba al gimnasio de Wakasa para que nos hicieramos cercanos y así no sentirnos incomodos en los entrenamientos, eso habría salido bastante bien si Wakasa no fuera tan serio y reservado y bueno eso es evidente ya que es tres años mayor que yo, aunque yo tampoco soy de hablar o expresarme con cualquiera, creo que no soy tan reservada como el, al menos no cuando estoy con Senju, con ella puedo ser yo misma, no me juzga y siempre me apoya, es una buena amiga. 

Es Sábado por la noche y me encuentro en casa de Senju, son al rededor de las doce treinta y estamos tiradas en el suelo recostadas en una esquina de la cama con muchos tasones vaciós donde hubieron muchas chucherias, también habían unas cuantas botellas de refresco vacías tiradas por todo el cuarto, nos encontrabamos viendo peliculas de terror con todas las luces de la casa apagada, los hermanos de Senju habían salido y dijeron que no volverían hasta mañana,  por lo que decidimos quedarnos juntas y hacer una pijamada. 

Ninguna de las dos eramos valiente cuando se trataba de la actividad para normal, aunque Senju siempre de empezar a ver una pelicula de terror se levantaba y decía valientemente ''no te preocupes, yo te protegeré, no le tengo miedo a nada'' aunque al final se terminará escondiendo debajo de las sabanas conmigo. La pelicula estaba en una escena bastante critica por lo que Senju y yo estabamos temblando. De repente se escuchó un ruido en la sala y ambas brincamos del susto y volteamos a ver en dirección a la puerta, yo fuí la primera en levantarse y dirigirse hacía ella en silencio, luego se levanto Senju y le puso pausa a la pelicula y vino detrás de mí colocando sus manos en mis hombros mientras se escondía.

[nerviosa]
Senju: ¿Q-que hacemos? ¿será el demonio que salió en la pelicula?

[nerviosa]
T/n: n-no digas tonterias Senju

[nerviosa]
Senju: ¿e-entonces que es ese ruido? ¡Estamos solas!

[nerviosa]
T/n: seguramente dejamos una ventana abierta y es el aire el que hace que se abra y cierre alguna puerta...

[nerviosa]
Senju: ¡¿Y si es el demonio que viene por nuestras almas?!

[seria]
T/n: ¡Senju, los fantasmas no existen! [nerviosa] creo...

[nerviosa]
Senju: ¡Lo dudaste! ya esta, moriremos, ya no le podré hacer la vida imposible a mis hermanos

[nerviosa]
T/n: Senju ya basta, vamos a ver que sucede

[nerviosa]
Senju: no hablas enser- [la interrumpe]

La manija de la puerta comenzo a moverse, alguien quería abrír la puerta. Senju y yo nos asustamos y nos alejamos de la puerta rápidamente, ambas estabamos agarradas de la mano, Senju estaba entrando en pánico y estaba intentando tranquilizarla e internamente me estaba intentando hacer creer que todo estaría bien, seguramente es nuestra mente la que nos esta jugando una pequeña broma, lo cuál no estaba funcionando, tanto Senju como yo estabamos más nerviosas. La manija de la puerta dejo de moverse. 

Me levante dejando a Senju escondida detrás de la cama, con todo el valor que tenía abrí la puerta, no había nadie. Eso me tranquilizo un poco, volteé a ver a Senju y le indiqué que bajaría a ver que pasaba, ella movio su cabeza negando para que no fuera, pero le indique que estaría bien y ella asintió.

Salí de la habitación y con mucho cuidado y silencio comence a caminar en dirección hacía las escaleras. La luces seguían apagadas, estaba temblando de miedo, mi mente no dejaba de imaginar cosas que podían pasarme o que no estaban ahí. Finalmente llegué a las escaleras, iba a bajar cuando de repente escuche a Senju gritar, voltee directamente en dirección al cuarto, me di la vuelta rápidamente para correr hacía donde ella estaba pero de repente alguien tomó mi mano, pude jurar que en ese momento mi corazón se detuvo por unos segundos, rápidamente voltee a ver y note una sombra negra delante de mi, no pude evitar asustarme y gritar, en ese momento estaba forsejeando para que lo que fuese que me estaba tomando del brazo me soltara, por otra parte Senju no dejaba de gritar. Estaba demasiado asustada por lo que en un mal movimiento me tropece cayendo hacía enfrente y sobre aquella sombra que seguía sin soltar mi brazo. Ambos ibamos cayendo por las escaleras y aquella sombra me cubrió para no golpearme. Al estar tirados en el piso pude escuchar como sequejaba por lo que asustada me levante rápidamente, tomé lo primero que encontre, encendí la luz y aunque estaba llorando por el miedo corrí hacía él.

Un secreto detras de las riendas del ringDonde viven las historias. Descúbrelo ahora