She's beautiful

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Creo que Kim Jiwoo quiere matarme.

Han pasado menos de cincuenta minutos y ya me causó cuatro taquicardias, fallas respiratorias y ataques de mudez, sin mencionar que estoy nerviosa desde antes de que llegara.

Me sonríe tan lindo, y cuando lo hace es el único momento en que sus ojos no me miran, después parecen brillar con una luz que no sé de dónde viene y que hace que mi interior parezca un tornado de cosquillas, sus mejillas abultadas están rosas y es aún más bonita.

Y cuando me dice "te amo" ya no sé ni cómo se siente el mundo exterior, no siento nada a demás de explotar por dentro.

Definitivamente, Kim Jiwoo quiere matarme.

Fuera de que va a asesinarme, resulta que es una persona mucho más agradable de lo que ya sabía que era.

Jiwoo es más que la chica bonita, al cabo de dos horas de charla se nota que es un amor de persona, que en su tiempo libre mira k-dramas, que le gusta bailar más que nada, descubro también que ama los animales, que tiene tres gatos rescatados, y que su favorito se llama Trip.

—Diminutivo de "Trípode", cuando lo encontré un auto lo había atropellado y tuvieron que quitarle una de sus patitas —dice—. Pero es muy hermoso y juguetón —también que tiene un gatito negro que se llama Heekki, y que es debido a mí—. Lo encontré cuando llevaba unas semanas enamorada de ti —siento el calor en mis mejillas—. Y bueno... N-No tengo nada para decir al respecto.

Sonrío un poco.

—¿Cuántos años tiene?

—Cuatro.

Abro mis ojos ampliamente y la melodía de su risa me hace temblar.

—¿C-Cuatro años? —asiente—. ¿Llevas enamorada de mi cuatro años?

—Cinco, Heekki va a cumplir cinco en una semana.

—E-Eso... Es de antes de que empieces la universidad.

—Vine antes a buscar unos libros para el ingreso, estabas allí, me llamaste mucho la atención. Nunca había visto una bibliotecaria tan sexy.

Puta madre.

Escondo mi rostro con mis manos y ella ríe de nuevo, me encojo en la silla y siento que empiezo a morir por dentro.

—¿P-Por qué lo guardaste tanto tiempo?

—No tenía ninguna razón para declararme, Hee —la escuchó sorber de su jugo, es el tercero que toma—. Ahora sé que no tengo nada para perder, aunque me di cuenta un poco tarde.

Bajo mis manos a la mesa, sin querer, una queda sobre la de ella y pienso en apartarla, pero la toma entrelazando sus dedos con los míos, y no puedo evitar mirarnos con ternura, acerco mi otra mano y tomo su mano con ambas, acariciándola, toco lo suave que es, tan esponjosa como tierna. Sonrió con paz, mi corazón se tranquiliza y el mundo queda en más silencio que nunca antes.

¿Cómo puede cambiar tan rápidamente?

Ahora el sentimiento de que mi vida peligra cambia a comodidad.

Estoy cómoda frente a mi asesina. ¿Eso está mal?

La escucho reír ligeramente, su risa es hermosa.

La miro y ella es hermosa.

¿Está mal que considere a mi asesina hermosa?

Muerde su labio inferior, sus mejillas están muy abultadas y rojas, y no sé si puede ver por esas dos rendijas que quedan en su rostro.

—Eres linda —digo, esas dos palabras se me escapan. Me siento morir un poco por la vergüenza, pero me digo que debería ser un poco más directa, tal como ella.

Jiwoo suelta sonidos de emoción mientras parece que se retuerce un poco en su lugar y río porque eso lo logré yo misma.

¿Está mal que me siente tan a gusto con mi asesina?

Conforme pasan las horas a su lado, me digo que no.

Estar con Kim Jiwoo es hermoso.

CONFESSION, heechuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora