𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐀𝐚𝐫𝐨𝐧 - 𝐀𝐁𝐃𝐋

𝟑𝟎

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Ya se encontraba mejor de esa fea tos que tenía aparte, quería curarse rápido porque sus papis le habían prometido comprarle un inmenso helado como el de la feria que fueron la última vez, ahora mismo se encontraba en el recreo almorzando con su nuevo amigo llamado Dylan.

Aarón comenzó a llevarse con Dylan porque tuvo que hacer un trabajo con él en la clase de matemática y le cayó muy bien.

Dylan era agradable y atractivo, tenía el cabello ligeramente rubio, unos grandes ojos verdes con unas inmensas pestañas, la nariz un tanto respingada y no era alto.

Después del accidente las cosas estaban tensas, Alfred se comportaba distante y raro con él, al igual que Lilit y Axel. Por suerte nadie había salido herido gravemente, solo Alfred, que tuvieron que ponerle un par de puntadas a su brazo. Debía admitir que aún se encontraba traumado del accidente, le daba un poco de miedo subirse a un auto.

Pero eso no le ponía tan triste como cuando la trabajadora social se enteró de lo ocurrido, puso en duda la capacidad de sus papás para cuidarlo y eso lo hizo sentirse muy culpable.

Volviendo al tema a Aarón le caía muy bien Dylan, era muy parlanchín y gracioso, pero como todo lo bueno tiene algo malo era el hecho de que Dylan era hermano de Dante.

Ya en la salida, Aarón esperaba pacientemente a sus papás pero en lugar de eso solo vio como alguien familiar se acercó a él.

— ¿Qué haces aquí, Abu?— pregunto Aarón cuando apenas la vio.

— Aarón, ¿qué es esa pregunta? ¿Así recibes a tu abuela? — habló indignada acariciando la mejilla de su nieto — aquí no es un buen lugar para hablar — tomó la mano de Aarón y lo llevo hacia el estacionamiento.

—¿A dónde vamos? — dijo preocupado.

— A casa cielo debemos hablar — Aarón subió al auto inseguro tratando de hacerle preguntas, pero ella lo ignoro mientras conducía.

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— No quiero entrar — hablo enojado al ver que se encontraba al frente de su ¿antigua casa?.

— Aarón, esta es tu casa—

— Ya te dije que no, quiero irme de aquí, no me gusta este lugar — chillo cruzándose de brazos.

No quería entrar de seguro estaría, Melissa, Lucía y aún peor Josh o su padre.

No estaba tan asustado por eso, su Abu lo protegería ¿cierto?

— Baja — repitió y Aarón negó— ¡Que bajes, digo!, no quiero repetirlo, ya sabes cómo es tu padre, no querrás saber de quién saco ese carácter — amenazo y con algo de miedo y torpeza bajo desanimado.

— Oh llegaron — escuchó la voz sorprendida de Melissa cuando les abrió la puerta — Pensé que lo traería más tarde — hablo mirando a su Abu. — Hubieran traído a Josh también — sonrió entristecida.

—No lo encontré — contestó algo cansada mirando a su nieto— Iré a hablar con él, vamos cielo, vamos a tu habitación —

— ¿Que es lo qué pasa Abu? — habló mirando su habitación con algo de pena porque no era así como la había dejado la última vez.

Esta semana publicaré un maratón