Parte 16

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Andrea esperaba que atravesar el Eden fuera sencillo, pero esas esperanzas se esfumaron casi de inmediato, pues además de descubrir más puntos de vigilancia de los que podrían ser necesarios en un lugar supuestamente pacifico, las personas que vivían ahí comenzaron a acercarse a ellas como en aquellas películas tenebrosas dónde los recién llegados a un pueblo son abordados por los vecinos que al principio solo parecen entrometidos, pero entonces descubres que toda la comunidad está formada por psicópatas y esas muestras excesivas de cordialidad eran vigilancia para obtener información de los protagonistas.

Un par de señoras eran especialmente molestas, se habían acercado a las chicas en cuanto las vieron caminar confundidas por las calles y sin dudarlo las bombardearon de preguntas. Ambas, especialmente Andrea, hacían todo lo posible por zafarse, contestaba con sarcasmo, de manera despectiva o simplemente las ignoraba pero ellas insistían en "darles una bienvenida acogedora" especialmente considerando que el personal encargado de eso estaba ocupadas controlando la amenaza que acechaba los muros.
Andrea sintió la necesidad de señalar que en un enfrentamiento 3 personas a 20 soldados armados hasta los dientes, por muy sobrenaturales que fueran esos tres, era prudente preguntarse quién era la verdadera amenaza. Pero no creyó que su observación fuera a ser bien recibida así que si limito a seguir avanzando.

-Deben dirigirse al centro de distribución,- dijo una de las señoras mientras enganchaba su brazo al de Lizzie -Carl les asignará un hogar.

-¿Carl?- preguntó Lizzie.

-Si, es un encanto- continuo la otra mujer -las casas están reservadas para las familias completas... Lo siento, quiero decir, ustedes probablemente sean asignadas a una residencia comunitaria.

-O podrían unirse a los soldados.

-Por favor Linda, chicas como ellas no querrán unirse a una guerra y no deberían.

-¿Chicas como nosotras?- pregunto Andrea

-Harmosas y jóvenes, no querrán usar un feo uniforme de batalla- bromeó la mujer o al menos Lizzie espero que estuviera breando

-Vengan, la oficina de Carl esta por aquí.

Lizzie y Andrea intercambiaron miradas, siguieron a las mujeres hasta un edificio de departamentos. En la recepción estaba un chico apenas un par de años mayor que Andrea, se encontraba moviendo un cubo Rubik entre sus manos, aunque a juzgar por su seño fruncido y la evidente tensión en todo su cuerpo, no debía estar cerca de resolverlo.

-Hola Carl- el chico se tenso aún más al escuchar su nombre bajo lentamente en cubo Rubik y se giro hacia del mismo modo como si temiera hacer movimientos bruscos.

-Señora Wheeler, señora Roberts- Carla hablo despacio y mostró una sonrisa notablemente forzada -¿Puedo ayudarlas en algo?

-A nosotras no cariño, te presento a las chicas nuevas, llegaron hoy, Andrea y Elizabeth.

-oh,-Carl frunció el seño y se giro hacia una computadora que tenía a un lado -no me ha llegado ningún reporte.

-Supongo que fue por las alarmas, tranquilo, seguro que Charlie vendrá dentro de poco o ya te notificará.

-Claro- Carl abandono su silla y rodeo el escrito, se acercó a las chicas sonriendo -soy Carl, yo me encargo de los registros y asignación de vivienda

-Si, ya nos informaron.

-Bueno chicas, las dejamos en buenas manos, a menos que quiera complia hasta sus nuevos hogares

-Claro, deberíamos acompañarlas, así sabremos dónde buscarlas para hacerles compañía

-No será necesario - contesto Andrea rápidamente -no quisiera interrumpir más sus días, seguro tienen muchas cosas que hacer, les agradecemos su hospitalidad y sabemos dónde encontrarlas. Hasta luego señoras.

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