Capítulo 28:

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Un dolor intenso recorrió mi cuerpo, mire hacia arriba y vi mis manos atadas al techo y cuando miré al suelo afirme lo que sentía me tenían atada al techo, intenté soltarme pero fue en vano.

Me rendí no podía luchar físicamente, pero eso no quitaba que no pudiera luchar verbalmente era mi única esperanza, conocía a Javier le tenía que poner en contra de Max y que estuviera a mi favor.

Abril:
Javier- lo llamé gritando- Javier ayúdame por favor.

Javier:
Ya estoy aquí princesa que necesitas- me dijo mientras me ponía un mecho de pelo detrás de la oreja.

Abril:
Piénsalo, ayúdame a escapar y nos vamos los dos juntos, no quieres eso, no quieres que solo seamos tu y yo.

De repente una sonrisa se le formó en la boca, pensé que lo tendría todo controlado, Javier siempre había sido muy débil pero tenía su lado oscuro.

Javier dio un paso al frente cuando por la espalda me ataron un trozo de tela en la boca.

Max:
Que pensabas que mi primo me iba a traicionar pequeña zorra, yo no quiero a una persona tan traicionera como tu maldita, a que tu tampoco primo- le dijo dándole un golpe en el hombro.

Javier negó con la cabeza mientras su sonrisa se iba haciendo más grande.

En ese momento entendí todo, todo había acabado, esa era mi única jugada y la acababa de perder.

Javier:
Eres virgen- me preguntó directamente- sigues siendo virgen.

Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, esto no pintaba bien, nada bien, estaba empezando a tener un ataque de ansiedad y estaba segura que ninguno de esos dos podrían ayudarme.

Max:
Estas sorda o que coño te pasa, te ha comido la lengua el gato, responde a la puta pregunta- dijo tirándome del pelo.

Las palabras no salieron de mi boca y lo único que pude hacer fue negar con la cabeza.

Javier:
No puede ser, yo debía ser el primero- dijo dándole un golpe a la pared- Yo tendría que haberlo sido joder.

Max:
Pues ya no hay nada que podamos hacer contigo, estas sucia, estas manchada, has sido tocado por otros eres una puta- dijo alejándose- tu nos has obligado a hacer esto, por tus malditos actos.

Abrió un bidón y me lo vertió por todo mi cuerpo, con lo sobrante lo esparció por el resto del ático.

El olor de ese liquido empezó a inundar mis fosas nasales, gasolina, me acaban de duchar con gasolina y eso solo significa una cosa, iban a quemar el internado y con ello me iban a quemar a mí, mi cara se inundó con el pánico.

Max:
Hemos llenado todo el internado de gasolina así que en cuanto empiece el incendio en el ático todo el mundo empezará a salir y nadie podrá venir a buscarte- dijo riéndose- eras nuestra o no ibas a ser de nadie.

Esas fueron sus últimas palabras antes de encender una cerilla y que todo empezase a quemarse rápidamente, los dos se fueron tranquilamente dejándome sola y desde el fondo de mis pulmones salió un grito, segundos después oí la alarma de incendios, lo peor acababa de empezar.

Varias Horas Antes:

*Narra Adam*
Estaba en mi cuarto descansando cuando unos fuertes golpes empezaron a sonar en mi puerta, me levanté rápidamente por el susto y me dirigí a la puerta.

Abrí la puerta y dos grandes toros entraron furiosos en mi cuarto.

Tyler:
Donde cojones esta Abril- dijo gruñendo.

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