Eres mi Pecado

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-Un día despiertas y te das cuenta de lo mucho que valía esa persona, pero en ese momento te das cuenta de que ya es demasiado tarde.-

Eran las las doce y treinta de un Lunes, hacia calor , un perfecto día para morir tal como lo hizo mi padre, el cáncer era muy violento y los medicamentos junto con el tratamiento ya no le hacían nada, al parecer fue en ese entonces que el decidió rendirse ante la enfermedad, enfrentar a la muerte de una manera absurda y tragicómica. Su humor era acido, frio y costaba entenderlo. Pero fue ese mismo Lunes donde todo se alivio para mi, ese hombre al cual yo una vez ame, se desvaneció con solo un suspiro, mirándome a los ojos me dijo lo mucho que me quería y que al partir yo tendría un obsequio, "espero que lo sepas aprovechar, ya que eres mi único hijo", me dijo el. 

Toda su vida me había detestado y ahora, en ese momento culminante me dijo que me quería, la ironía de la vida, la comedia mas desagradable que pude haber presenciado, viendo lo pálido y delgado que estaba mi padre, la enfermera a su lado contando las horas, el medico detrás mío observándolo todo y yo ahí, esperando el momento indicado para sonreír, salir de ahí de una vez. Mi vida entera sufriendo, ocultando quien soy, fingiendo ser una alguien que no es, solo mi madre me apoyaba y amaba de verdad por ser gay. Amaba a mi padre, lo poderoso que era en su empresa, se movía como pez en el agua en los negocios, un tipo duro, frio, decidido, quería ser como el, siempre estuve a su lado admirando todo lo que hacia, desde el manejo hasta su manera de hablar con los clientes importantes, tal así que aprendí mucho y me convertí en su mano derecha con tan solo 18 años.

Mi madre solo quería que estudiara y me formara en la universidad pero mi padre quería que le dedicara tiempo a la empresa, yo solo quería ser como el y tomar el control de todo algún día. En ese momento había una parte de mi que no sabia quien era, no entendía mis sentimientos, no comprendía mis gustos, no podía conmigo mismo, pero otra parte estaba decidido a lo que quería ser por el resto de mi vida, ser el orgullo para mis padres. 

...

Esa fue una parte de mi vida, fue algo bonito algo que nunca voy a olvidar, pero ahora viene la parte fea y digamos que bonito también pero sufrida después de todo, ese día fue algo mágico. Parecía un día común y corriente, mi cumpleaños se estaba acercando, mis buenos 20 años, todo un adulto para mi padre y todo un niño para mi madre aun. Había algo en mi, algo distinto que no me dejaba avanzar y fue ese mismo día cuando lo conocí a el. La empresa estaba pasando por cambios, mi padre quería renovar algunas cosas, quería un cambio, gente nueva venia a la misma y nuevos compradores e inversionistas querían pisar fuerte dentro de esta, fue entonces cuando mi padre conoció a la familia Bolton, basto con solo mirarlo para darme cuenta de lo que realmente quería en mi vida, su hijo menor. 

Lo absurdo de la vida, el con tan solo 17 años y yo casi un adulto. Pasaron muchas cosas por mi mente en ese momento.

-El es mi hijo Cian- *dijo el hombre de voz gruesa, dándole un pequeño empujón al chico*

-Buenos días señor, encantado- *dice el chico estrechando la mano educadamente al hombre que tenia enfrente* 

-Que tal joven- *dice amablemente y mira hacia atrás sonriente* El es mi hijo Feng, esta aprendiendo igual que tu, seguramente ustedes en un futuro manejaran algún día una empresa como esta, *mira al otro hombre* Seguramente debe sentirse orgulloso de el, parece un chico capaz. 

*observando al chico* Hola me llamo Cian *estrecha la mano*

*sonríe al verlo y hace lo mismo* Hola, yo soy Feng.

Los padres de ambas familias se pusieron hablar, durante el recorrido de la empresa mostrando los lugares donde iban hacer los cambios, en cambio yo no dejaba de mirar a Feng y el tampoco dejaba de mirarme.

Eres mi Pecado (One Short)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora