Problemas insignificantes [ChanBaek]✔️

[OCHO]

—¿Lo perdonaste? Baekhyun, que tonto eres, ¡tienes la evidencia! 

Junmyeon explota luego de escuchar la explicación de Baekhyun, lo vio llegar con "su novio". No está de acuerdo con la decisión de su amigo. 

—Me aclaró las cosas, ese tipo es su ex. 

—¡Te está engañando! Deja de ver corazones donde solo hay banderas rojas. 

—No, no lo está haciendo. Le creo. Chanyeol me está diciendo la verdad. Te dije que no es como aparenta. Es bueno, solo tiene sus arranques, pero no me trata mal. Lo has visto. 

—Bueno, pero la próxima vez no te voy a consolar. Dejaré que llores solo.

—¡Junmyeon! —Evita continuar porque ve a su otro amigo acercarse—. Ohh, hola Jinyoung. ¿Qué tal? 

—¿De qué hablaban? —Pregunta el recién llegado. 

—Nada importante —responde Baekhyun sonriendo. 

Ocultan lo sucedido a su amigo, por más que insiste, no le dicen nada. Oculta su molestia por haber sido excluido de algo, pero tampoco es que Jinyoung no le oculte nada a sus amigos. 

Cuando tiene oportunidad, Junmyeon continúa insistiendo, está preocupado por su amigo. No haría tanto escándalo si no lo hubiera visto todo, jamás vio a Baekhyun llorar de esa forma. 

Le parecía increíble como su amigo se enamoró tan rápido de alguien como Chanyeol. 

A la hora de un descanso, Chanyeol se une a ellos. 

A Jinyoung le da igual lo que haga su amigo, ya ha hecho tantos desfiguros que su reputación no puede ir peor. 

Junmyeon demuestra su inconformidad y Baekhyun finge no darse cuenta. En la primera oportunidad que encuentra deja a sus amigos para irse con su novio falso. 

Como siempre, Chanyeol lo sigue hasta que por fin encuentra un lugar para sentarse. 

Baekhyun le explica que Junmyeon sabe lo que pasó, pero como le hacen falta detalles importantes, es imposible que no le guarde resentimiento. 

—Me da igual lo que piense, en dos semanas terminaremos y podrá ser feliz. 

—Anhelas mucho ese día, ¿verdad? 

—No vamos a hablar, otra vez, de eso, ya se como terminará, tu llorando y buscando alguna cosa vergonzosa que quieres que haga. 

—Ni me recuerdes lo de esta mañana. 

—¿Por qué? ¿Quieres olvidar que te ibas a aprovechar de mi? 

—¡Cállate! Tú me seguiste el juego. 

—No me puedo negar a los deseos de mi empleador, solo soy un empleado que obedece a su jefe. 

—¿Qué sucede contigo? ¡Dijiste que ni por un auto lo harías!