Ser un médico de gran prestigio, y hacerse cargo algún día de la clínica de la cual su padre, él señor Inoichi Yamanaka , reconocido médico, era director.
Graduarse con las mejores calificaciones de su generación.
Una vida que Ino por supuesto no anhelaba, a pesar que sus padres ya tuvieran contemplado todo un futuro exitoso para ella...
Tan cansada de escuchar las mismas frases una y otra vez.
Una chica de tan solo diecisiete años, aún descubriendo sus intereses, su identidad, bueno , eso de poco le servía si su opinión no contaba, sus padres ya habían decidido por ella hasta antes de nacer, y no podía hacer más que acatar.
De algo estaba segura. Ser esa "gran médico" no era lo que ella soñaba ser.
Creía que esa decisión solo le competía a ella, pero sus progenitores nunca se habían acercado a ella y preguntarle lo que en verdad quería.•
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Ella estaba ajena a esa agobiante conversación, no paraba de picar el trozo de carne con el tenedor, mientras fingía estar escuchando.
Estaba harta!.Lejos de prestar atención a los parloteos de sus padres, recordaba la última conversación que había tenido con Sai, si, ese chico que le robaba cada suspiro últimamente, eso le dibujaba una sonrisa en el rostro.
Flashback
— Prometo que cuando regrese a la ciudad , te invitaré a ese café de nuevo, dónde nos vimos aquel día, lo recuerdas??
— Claro que lo recuerdo Sai, y sí! Me gustaría mucho ir de nuevo—
— Tienes una linda sonrisa, te lo han dicho???—.
— No jajaja, te lo agradezco— dijo Ino sonrojada antes las palabras del pelinegro.
—Pero en persona es mejor—.
Fin del flashback
— Cariño? Estás escuchando???? — la voz de su madre la saco de sus cavilaciones.
Ino levanto la vista hacia sus progenitores que la miraban expectantes por una respuesta de su parte.
— Ah???— soltó Ino un tanto confusa.—Disculpa madre no escuché lo que decías — dijo algo apenada. — Puedo retirarme ya a mi habitación? Tengo mucho que estudiar.— sentenció la rubia. La verdad lo único que quería era de salir de ahí cuánto antes.
— Si cariño, no te desveles mucho — habló cariñosamente su madre.
— Gracias madre, buenas noches— se despidió de ellos con un beso.
Subió las escaleras directo a su habitación.
La verdadera razón es que le carcomía las ansias por llegar a su habitación, prender la lap y conectarse al chat, para poder hablar con "él".
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•Algunas veces hablaban por teléfono, por videollamada o bien por el chat.
Por otra parte, esos días que había pasado hablando con la Yamanaka, Sai se sentía diferente, cálido, incluso no había sentido necesidad de recurrir a los estupefacientes, también era que el ambiente en Londres lo embriagaba de demasiada nostalgia y recuerdos.Realmente se sentía bien, estar sobrio y bien.
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Lienzos, trazos, hojas y pinceles permanecían esparcidos por toda la habitación del pelinegro.
Todo el tiempo que había pasado en Inglaterra le había servido como inspiración para pintar y retratar los más bellos lugares de la ciudad, claro , a espaldas de su padre, ya que si le llagase a descubrir , podría romper y tirar todo, agradecía que permanecía la mayoría del tiempo en las oficinas que tenían en la ciudad, ocupándose de los negocios de la empresa de la cual era dueño.
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Anemona
RomanceEl verdadero amor podrá rescatar a Sai de la oscuridad de su corazón? ...