Se quedó un momento mirando la puerta por dónde la rubia había entrado ya hace unos segundos, sentía que algo había hecho mal, la actitud de la rubia cambió abruptamente, en el fondo algo dolió.
Suspiró.
Tal vez más tarde le llamaría para aclararle que entre Yako y él no había nada.
No quería que la rubia mal pensara las cosas. A decir verdad con Yako tenía una relación de amigos con derechos?? Un free? Lo que sea, pero más de eso no existía nada más, aunque desde que conoció a la rubia Yamanaka ni siquiera le habían dado ganas de " pasarla bien" con aquella chica, ni con ninguna otra.
Ella significaba algo y no quería perderla de ningún modo, ya buscaría la manera de arreglar las cosas.
" Mierda Yako, porque tenías que aparecer!" Se reprendió a si mismo.
•
— De dónde vienes Ino?— La rubia pegó un brinco al escuchar la voz de su madre, muy molesta.
— Mamá... Amm... Yo — Titubeaba intentando hayar una excusa viable, no podía decirle a su madre que se había escapado con un chico toda la noche, sin permiso alguno, y que al final solo fueron a ver películas y comer palomitas y nada más que eso, porque su madre no le creería en absoluto. Aunque fuera la verdad.
—Estoy esperando una respuesta Ino, que hacías a estas horas en la calle?.
— Verás madre yo... Salí a correr, si eso mismo.— vaya excusa que inventó, con esas pintas faltaba ver si la madre le creía.
La señora Yamanaka se le quedó mirando, analizando la vestimenta de su hija.
— Con esas fachas? Y desde cuándo tú sales a correr? .
Demonios, a lo mejor no fue tan buena excusa.
— Mmm amm sí! Fue lo primero que encontré y me lo puse y bueno he decidido tener una rutina más sana.— rió nerviosa.
—Mmm, bueno señorita, espero me estés diciendo la verdad que no me entere que estás haciendo cosas a nuestras espaldas, será mejor que subas a tu habitación en un rato más debes estar lista para el instituto.
—Si madre. — estaba apenada de mentirle a su madre, era la primera vez que lo hacía y se sentía pésimo.
Llegó a su habitación e inmediatamente se arrojó a la cama, no podía creer que no había dormido nada, tenía esa sensación hermosa en el pecho, haber estado con él toda la noche, desvelarse con él y las cosas que hablaron, cosas nuevas que descubrió de él.
Recordó aquello último, esa chica. Quien sería? Sintió celos porque al parecer conocía muy bien a Sai y él a ella.
Se sintió triste y a la vez algo molesta con él. En fin, debía dormir aunque fuera una media hora o no aguantaría el trajín de la escuela.
•
El timbre de su teléfono móvil la despertó tan de repente algo asustada, no sabía que hora, día era, ni quién era.
"Buenos días preciosa, espero hayas dormido algo, te parece si nos vemos antes de entrar a clases? Te espero dónde ayer. "
Se leía en el mensaje.
— Por Dios! Es tarde!.— y se apresuró a alistarse para el colegio.
No tuvo tiempo de desayunar algo, tan solo un pan tostado que se llevaba en la boca y eso fue todo.
— Nos vemos mamá!.— salió toda apresurada.
Tan apresurada estaba que se le olvidó por completo contestarle a Sai. Ya era demasiado tarde seguro él ya iba rumbo al colegio, y justo ahora que necesitaba del aventón para poder llegar a tiempo, no quedaba de otra que apresurarse y así alcanzar el metro.
ESTÁS LEYENDO
Anemona
RomanceEl verdadero amor podrá rescatar a Sai de la oscuridad de su corazón? ...