Pov Ryu.
Entramos en casa, nii y yo íbamos hablando sobre lo que quería cenar pero al entrar había unos olores que hacían picar mí nariz.
Arrugo la nariz y lamo mis labios.
- ¿Que es nii?- le pregunto.
- ¿El que cariño? - termina de quitarse los zapatos.
- Huele...- lo veo soltar una risita.
- Es tú sorpresa las princesas han venido a verte - revuelve mí pelo y entra.
“¡Las princesas!” me quito rápido los zapatos dejándolos desordenados en la entrada.
- ¡Bien venido Ryu! - me salud kuu-nii.
- Estoy en casa...- de pronto me siento tímido al tener esos orbes morados en mí.
Veo como las princesas se remueven y me sonríen.
- Bien venido a casa Ryu - dicen a la vez haciéndome sonrojar, me sentía demasiado feliz eran los únicos aparte de nii y kuu-nii quien me habían dado la bien venida.
- ¡Estoy en casa!- me tiro hacia ellos abrazandolos.
Siento como los dos me apresan en sus brazos y esconden sus cabezas en mi cuello oliendo esa parte.
- Ryu ve a...¡Bastardos soltado a mí niño! - grita nii arrebatandome de los brazos de mis princesas - ¡Quedamos que nada de vuestras idioteces! - bramó.
- Nosotros...-se miraron y luego miraron a Nii con el ceño fruncido - tú más que nadie sabe que eso nosotros no lo decidimos, preferíamos estar con nuestra vida anterior a estar amarrados a un mocoso - lo que había dicho la princesa -Ran- me había molestado por algún motivo, mí pecho dolía y no sabía porqué.
- Que pena por ustedes que sigáis con vuestras vida anterior - siseó nii haciendo aquel sonido característico que hacen las serpientes cuando se enfadan.
Claramente era una amenaza.
- Nii- lo llamo captando la atención de todos en aquella sala - debo de bañarme...
- Cierto, eso es lo que venía a decir que vayamos a- lo corto.
- ¡Hoy me baño con kuu-nii! - exclamo contento pero escucho unos gruñidos - ¿Ku-nii no quiere bañarse...? - pregunto al creer que el gruñido viene por parte de él.
- Claro que sí Dragoncito solo fueron perros de la calle peleándose - se levanta y camina hasta donde estaba nii conmigo en brazos.
- ¡Ku-nii hay que salir a que dejen de pelear! - paso a sus brazos - ¡Se pueden hacer daño! - le miro con preocupación, no me gustaba que los perritos estuvieran lastimados.
- Tranquilo Ryu ya dejaron de pelear. ¿No ves?, ya no se escuchan sus gruñidos - acaricia Nii mi espalda, iba a contradecir por lo menos para salir a verificar pero el con una sonrisa amable prosiguió - ahora salgo y compruebo pero tú ve a bañarte que hueles demasiado a Luna - dice divertido.
- ¡Es porque me ha estado prestando sus disfraces! - refuto sonrojado, no quería que nii supiera sobre el anillo que conservo en mí cajita de madera.
- Por eso olía a alfa bebé - escucho de murmullo de la princesa más bajita.
- ¡Princesas ahora vuelvo y jugamos! - me despido con la mano muestras kuu-nii camina hasta el baño - ¡No se vayan!
Pov narrador.
Los Haitani veían enternecidos como un el pequeño Ryu tenía es sus manos una espada echa de cartón y una capa echa de una sábana.
"Peleaba" con Kakucho quién era el malvado lobo que había secuestrado a las princesas que debían ir con su rey quien era Izana que estaba sentado al otro extremo de la habitación mirando aquello con una sonrisita; su disfraz consistía en una corona echa por el mismo Dragoncito, la cual estaba un poco chueca y tenía detrás aquella tela con aquel emblema que ya sabían donde lo había visto, en un juego japonés llamado Hanafuda.
- ¡Ahg! - exclamó Kakucho cuando Ryu le dió con la espada en la cabeza – abollando está en el proceso– para hacerse el muerto.
- ¡El Caballero dragón ganó de nuevo! - exclamó levantando sus brazos y espada pudiendo ver la abolladura - Ku-nii a vuelto a hacer un cráter en mí espada...- murmuró con un puchero que hizo a los hermanos querer ir y achucharlo pero la mirada que tenían encima no los dejaban.
- ¡Oe! ¡Guerrero dragón y mis princesas! - la voz de Izana sonó igual a la que normalmente usaba con sus subordinados.
Los Haitani fruncieron su ceño, no le habían gustado para nada como le había hablando a su omega.
- Tú...- iba a enfrentarlo Rindou pero la voz del pequeño lo paró.
- ¡Lo siento mí rey! ¡Enseguida les llevo a las princesas! - se acercó a ellos con una gran sonrisa y no es para menos, le encantaba cuando su hermano se comportaba como un rey - princesas su rey las espera - hizo una perfecta reverencia.
- Sí...- los dos se quedaron embobados, sentían un pequeño calor en su estómagos, esa sonrisa y reverencia eran demasiado para los pobres alfas.
- ¡Vamos! - les agarró la mano y espero a que se levantarán torpemente, una vez levantados los acercó a Izana que al tenerlos cerca arrugó su nariz.
- Ryu cariño el juego termino - apartó el peliblanco al más joven.
- Mooh...¿Por qué nii? Todavía no es hora de dormir...- murmuró inconforme, quería seguir jugando.
- Las princesas se tienen ya que ir - se acercó Kakucho poniéndose delante de los dos peliblancos.
- Nosotros...- taparon su nariz respirando pesado, el efecto de los supresores había pasado y solo habían estado a lo mucho una hora con su omega - podemos tomar otro...- murmuró Rindou a su hermano.
- Sí...deberíamos...
- Es mejor que lo dejéis por hoy - aconsejó Kakucho - lo más seguro es que no funcionen y después tengáis efectos secundarios...venid...otro día.
- ¡Tú no sabes lo que es estar lejos de tú omega! - gruñó Ran.
- ¡No lo sé pero mí omega no es un niño! - soltó sus feromónas haciendo que el contrario también lo haga por consecuente también su hermano.
En aquella sala el omega mayor se sentía cohibido pero no demasiado gracias a su convivencia con diferentes tipos de alfas que soltaban aquellas feromónas a diestra y siniestra pero nuestro pequeño...
El pequeño Dragoncito empezó a temblar y sus ojos aguarse, tenía miedo, demasiado miedo.
- Nii - murmuró mordiéndose su labio y respirando de manera rápida, todo le estaba dando vueltas.
- ¡RYU!
Y de repente para el valiente Caballero Dragón todo se volvió de un frío y escalofriante negro...
Continuará...
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𝑴𝑬𝑳𝑰𝑭𝑳𝑶𝑼 (HAITANI X MALE READER)
Fanfiction𝗠𝗘𝗟𝗜𝗙𝗟𝗨𝗢: un sonido excesivamente dulce, suave o delicado. En un mundo en donde existen alfas, betas y omegas, las personas también tienen características animales de sus antepasados pudiendo convertirse en estos. Los hermanos Haitani dos a...