Capítulo 4.

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—¡Santa mierda! —Grito Bree, la hermana de Faith, al ver que la camioneta no daba más.

Un vidrio se había adherido al caucho del auto, desiflandolo y dañándolo por completo, impidiendole a Faith y a su hermana llegar a su lugar predestinado.

—¿Tienes repuestos? —Pregunto Faith a lo que Bree negó con irritación.

—Entonces llama al mecánico, no sé. —Dijo y se coloco sus auriculares subiendo el volumen al máximo para no oír las quejas y maldiciones por parte de su hermana.

Observo con distracción la casa que estaba frente a ella, era linda, de dos plantas, pintada de un naranja ladrillo y con un jardín delantero en donde florecían y se podian admirar claveles y algunas rosas rojas.

Un chico salio de ésta y Faith lo miro con el rabillo del ojo tratando de parecer discreta, pero fue imposible no voltear su cabeza por completo y abrir los ojos como platos al ver de quien se trataba este:
Dominic.

¡Se había accidentado frente a la casa de Dominic!

Menuda suerte la de ella.

Dominic se volteo en dirección a Faith, por supuesto, había sentido la mirada de ella fija en él, y fue muy tarde para ella esconderse antes de que Dominic la descubriera.

Arranco sus audífonos de golpe y lo miro con incredulidad.

¿Acaso ese tipo era omnipresente?

—Hola, Faith. —Estaba frente a ella y sonreía de oreja a oreja, mostrandole su sonrisa “Colgate, libre de caries".

Faith volteo sus ojos tratando de parecer odiosa y le respondió con un simple “Hola".

—¿Que haces frente a mi casa? No es por nada, pero creo que de eso debo de preocuparme, ¿No crees, Faith alías Stalker? —Dijo el castaño

con un ceja enarcada y con una sonrisa que amenazaba con romper su seriedad completamente falsa.

—¡Si eres marica, Dominic! —Dijo Faith sin poder aguantar la risa. —¿Eres ciego o algo por el estilo que no ves el estado de ese caucho?

Dominic soltó una leve risa —Sólo quería ponerte a prueba, ¿Estas sola?

Faith negó con su cabeza y señalo a Bree que parecía estar peleando con alguien desde el teléfono.

—¿Tu hermana?

—Por desgracia sí.

—Dominic río levemente. —¿Quieres salir un rato?

***.

Ambos se encontraban sentados en el césped de un parque debajo de un árbol, observando el atardecer, uno al lado del otro y en completo silencio, pero no, no era uno de aquellos silencios que irradiaba incomodidad, más bien todo lo contrario.

Dominic volteo su cabeza y Faith también, logrando que ambos ojos se miraran fijamente.

No tardo mucho cuando una sonrisa se formo en los labios del castaño y la ojigris lo siguió.

—Creo que ya debemos irnos, esta anocheciendo. —Dijo señalando el cielo con su dedo índice y levantándose.

Dominic asintió e imito su acción, colocándose a lado de ella y comenzando a caminar en dirección a la casa de Faith que quedaba a unas pocas cuadras de donde se encontraban.

***.

—Gracias por librarme de mi hermana. —Le dijo con una sonrisa. Ambos llevaban una sonrisa en su rostro. Y un silencio se había formado. Faith se acerco a Dominic, se alzó ayudándose de las puntas de sus pies y deposito un beso en la mejilla de él. —Hasta la coincidencia que venga, Dominic.

Faith entro a su casa y cerro la puerta tras suyo. Cogió a su gato Ghosthie entre sus brazos y subió las escaleras hasta su habitación.

Se tiro en su cama y acostó al gato gris junto a ella, mientras soltaba un suspiro.

Le gustaba eso, le gustaba las coincidencias que al final se convertían en encuentros con Dominic, porque le hacian pensar o al menos creer que el destino o alguna fuerza relacionada lo quería en su camino.

Tanto como ella.

Faith.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora