Aquella Carta

Cap 1

Ángel! Baja a comer -dijo su padre mientras ponía la mesa- Donde estarán las chicas? -pensó preocupado mientras miraba los asientos donde su hija y su querida esposa se sentaban- Hace dos semanas que se fueron y nadie en la zona las vio  -Soltó un leve suspiro, tomo asiento y al escuchar a su hijo bajar las escaleras, su cara cambio por una alegre, como solía mostrarse ante sus hijos.-

-Su esposa e hija habían desaparecido como por arte de magia, las busco por cielo y tierra en esas dos semanas, estaba pensando decirle a la policía, y aunque eran una porquería, lo mismo lo termino haciendo, aunque estos no le dieron ni el más mínimo interés a la demanda realizada.-

Disculpa sí me he demorado padre, la puerta se quedó trabada otra vez.. -Era una casa vieja, por lo que de vez en cuando las puertas se trababan. El chico de ojos café claro, tomó asiento y comenzó a comer, al igual que su padre, mientras entablaban una conversación.-

Madre aún no apareció? -Aun con la cabeza baja, ya que estaba comiendo, alzó la mirada hacia su padre.-

No... Aún no, tu hermana tampoco -rasca su nuca y evita soltar un suspiro, aúnque en su mirada se notaba la desesperación y preocupación por saber como y donde estaban.-

Le dijiste a la policía? -levantó la cabeza, para luego tomar un vaso con agua- Tal vez están en casa de la tía, mamá dejó su teléfono, así que es obvio que no te llamará.-

Mm si, pero no me hicieron caso ¿De qué serviría insistirles? Ese puñado de idiotas no sabría ni buscar un zapato perdido! -Dijo algo molesto y el suspiro que no quería soltar, terminó saliendo- No lo sé... Ya volverán, donde quiera que estén, volverán -Continúo comiendo en silencio, al igual que el joven.-

MÁS TARDE

-Ángel estaría en su habitación, acomodando sus cosas, quería salir a tomar aire fresco, ¿Por qué no acomodar un poco antes?-

-Al terminar, tomo su abrigo, un pequeño libro, un lápiz, y el  el cual colocó detrás de su oreja. Bajó las escaleras y camino con algo de prisa hacia afuera- Ah, padre -Se acercó al mayor, mientras que esté estaba sentado bajo un árbol, tomando fotos a los pájaros que volaban cerca.-

Hijo, irás a caminar? -lo miro con una pequeña sonrisa, para luego revisar las fotos tomadas-

Ah, si, volveré más tarde -Se encogió de hombros y miro a su alrededor, para luego mirar a su padre, esperando una respuesta de este-

Okey, no vuelvas tarde... Cuídate, si? -Lo miró nuevamente-

De acuerdo -asintió y comenzó a caminar hacia una zona llena de flores. Allí iba su padre a fumar, era una zona bastante tranquila. Al llegar, se sentó en el césped, poniendo su abrigo debajo suyo, abrió su cuaderno y sacó su lápiz- Uhm... -Mientras jugaba con el lápiz, miro a su alrededor, buscando que dibujar.-

- De la nada, comenzó a dibujar a su madre y a su hermana, aunque a su madre la dibujo sin rostro. Su expresión al comenzar a dibujar, se tornó neutra, algunos trazos de aquel dibujo eran fuertes, mientras que otros eran suaves-

-Al terminar el dibujo, suspiró y dejó la libreta aún abierta a un costado, miró hacía arriba y al ver algunas nubes oscuras, se levantó, tomo sus cosas y empezó a caminar hacia su casa, mientras que el viento, el cual se volvía más fuerte, lo acompañaba-

-Mientras tanto, su padre estaría dentro de la casa, haciendo un postre, ya que le encantaba cocinar, era una forma de despejar su cabeza- Espero que Angel llegué pronto, al parecer habrá una tormenta -Pensó mientras miraba por una ventana-

Ahg! -El viento que había, levantaba tierra, la cual se había metido en sus ojos, haciendo que los cerrará instantáneamente. Cayó arrodillado, mientras se limpiaba los ojos. Al terminar se, levantó y continúo con su camino-

-Con algunas dificultades por el clima, llegó, para su mala suerte, el agua lo había atrapado, haciendo que llegara a casa completamente empapado- Llegué..

Hijo! -Dejó lo que estaba haciendo y tomó la toalla que le había preparado, sabía que llegaría empapado. Se acercó a él y le entregó la toalla- Al parecer lloverá toda la tarde..

Eso parece -tomó la toalla y secó su cabello y lo que pudo secar de sus manos y cuello-

-Al terminar, se fue a cambiar la ropa mojada, mientras que su padre ponía tazas de té en una mesita del living, acompañado de una bandeja con galletas, las favoritas de su hijo. Cuando el menor termino de cambiarse, bajo y fue al living, dónde el y su padre disfrutaron de una buena merienda, mientras veían su programa favorito en la televisión-