Decisión Equivocada

CAPITULO 1

Pasaba sus manos por el tronco de madera, sintiendo la superficie rugosa e imaginando que podría crear con aquel tronco de roble. Tal vez le haría a su madre un nuevo escritorio con mucho más espacio para revisar las actividades de sus alumnos, incluso podría sacar un pequeño trozo para hacerle a su hermano un soporte para su nueva CPU Gamer que entre su madre y él le ajustaron para comprar aquel regalo. Oliver no tenía lujos, aun con 29 años vivía con su madre y su hermano en una casa cómoda en un lugar reservado de su ciudad. Su madre, Olivia, una mujer que con esfuerzo se había ganado un cupo en uno de los institutos más prestigiados de aquella ciudad para enseñar matemáticas a los más chicos, era una mujer muy inteligente y dedica, se había esmerado por dar lo mejor a sus hijos, aun cuando su padre falleció cuando él tenía once años en un accidente automovilístico, nunca vio a su madre decaída sin saber que hacer, todo lo contrario, su madre parecía más fuerte, algunas noches la notaba triste, pero quien no iba estarlo, cuando el que se moría era el amor de su vida.

Con el paso del tiempo Oliver se acostumbró a vivir sin su padre, nunca lo había olvidado, simplemente se acostumbró a su ausencia, pero siempre lo había recordado, más cuando su hermano de ahora 19 años tenía tanto parecido aquel hombre, con su cabello negro y ojos verdes, llevaba su cabello ondulado por los hombros, su tez blanca, una mandíbula algo pronunciada, flaco y un bigote totalmente asqueroso de ver, pero que su hermano se negaba a retirar porque era con el que conquistaba chicas. Por el contrario, Oliver tenía sus ojos verdes, su cabello negro ondulado un poco largo, su mandíbula era definida como la de su madre al igual que sus cejas y nariz, tenía una barba corta, pero totalmente tupida y por último unas pestañas que enamoraban a cualquiera.

Por otro lado, Owen su hermano se había graduado del instituto hacia un año y medio, mismo instituto donde se graduó él y en el que enseñaba su madre, no tenían dinero para pagar aquel instituto, pero ambos chicos eran tan inteligentes que fueron becados en aquel lugar, además le daba un impulso más el hecho de que su madre trabajara allí. Owen realizaba una carrera de diseño gráfico virtual, tenía un talento para todo lo relacionado en diseño, pero aun así estaba ganando su propio dinero editando videos para personas que se grababan así mismas jugando algún tipo de videojuegos, no ganaba mucho, pero le alcanzaba para sus cosas personales, además que se veía muy motivado y empezó a ahorrar para comprar una nueva CPU con más velocidad, Oliver y su madre lo veían tan dedicado aquello que decidieron ajustar el dinero para comprar su nueva CPU así que entre los tres habían puesto mucho esfuerzo en aquel aparato que poco entendía Oliver ya que su habilidad era con las manos para crear diferentes tipos de decoración para el hogar, había tomado cursos pequeños sobre carpintería y todo lo que sabia acerca de la madera y el pequeño negocio que tenía lo había aprendido por el padre de su mejor amigo, él señor Lewis, Marco Lewis tenía una pasión por la madera y todo lo que se podría transformar con esta, era su hobby, cada vez que Oliver iba a visitar a su amigo dedicaba algo de su tiempo para aprender sobre la madera hasta el punto que fue su pasión y decidió vivir de ello, tenía un pequeño taller donde hacia todo tipo de cosas, desde repisas hasta camas matrimoniales.

– ¿Ya tienes una idea de creación para ese pedazo de roble? –Preguntó Olivia entrando a su taller.

–Pensaba en un nuevo escritorio para ti y un soporte para la nueva CPU de Owen –Respondió Oliver acercándose a su madre para darle un abrazo y llenarle el rostro de besos –¿Qué tal el instituto? –Él se alejo un poco para comenzar a ordenar.

–Bien, me asignaron un nuevo curso de primaria –Ella sonrió –Sabes cómo me encanta enseñar desde cero las matemáticas.

–Lo se Olivy –Olivia giro sus ojos al escuchar el apodo tan ridículo que su hijo le había puesto desde hace años.