Héroe?, No gracias (Midoriya x Malereader/Maleoc)

Capitulo 7. Saliendo A Cazar

Una fábrica abandonada, ese era el escenario en el cual tanto maestro y discípulo se encontraban escondidos entre las viejas máquina, añadiendo que la mala iluminación del lugar los ayudaba a poder mantenerse escondidos.

El objetivo estaba a plena vista, dos hombres con traje que se encontraban en el centro del lugar fumando un par de cigarrillos.

– Por qué nos escondemos?.

Susurro mientras veía a los dos hombres del centro del lugar.

Al ver que su maestro no le daría una respuesta, hizo que bajara la capucha de su traje, para después quitarse la máscara de su traje.

– Ellos no son el objetivo, estate atento a cualquier persona que entre, no deben de tardar según la información.

Yoshoi sólo asintió, manteniendo su vista en la puerta de la fábrica, no quería que su maestro lo castigará o algo.

Estuvo viendo la puerta por un par de minutos, hasta que esta comenzó a abrirse, y por instinto sujeto el mango de su Katana, hasta que el mayor puso su mano sobre su hombro para poder calmarlo.

Ambos vieron como una mujer de cabellos largos y rosas entraba, justo detrás de élla, un hombre de cabellos azules, ambos vestían un traje similar a la de un bartender.

Los hombres miraron a las dos personas que acababan de entrar, para después comenzar a acercarse hasta donde ellos estaban.

No fue difícil reconocer a ese par, eran unos de los pocos héroes que eran pareja, por lo que si estaban en aquella fábrica, significaba que nada bueno saldría de ese par.

– Llegan tarde.

Dijo uno de los hombres mientras tiraba su cigarro al suelo para después pisarlo.

– El trabajo es muy difícil, además ocupa mucho tiempo.

La mujer habló, siendo algo que desagrado a Yoshoi.

– Muestrenme.

Dijo uno de los hombres.

– Primero muestranos lo que ganaremos.

Habló el hombre que acompañaba a la mujer, haciendo un movimiento rápido para que esos hombres se movieran lo más rápido.

En eso uno de ellos trajo dos maletines, los cuales al ser abiertos, tenían una cantidad exagerada de dinero en ellos.

La mujer y el hombre asintieron cuando tomaron los maletines.

– Traiganlos.

Dijo ella, y un hombre más había llegado, este traía arrastrando a tres personas, de las cuales dos eran chicas con poca ropa y un chico en la misma condición, no debía de ser muy listo para saber que esos chicos eran trabajadores sexuales, la presa más fácil de capturar para ser vendidos y poder usar sus cuerpos en el mercado negro.

– Pueden divertirse con ellos, ya los probamos y les podemos asegurar que valen la pena.

El hombre soltó, haciendo que el enojo en el cuerpo de Yoshoi comenzará a salir, algo que su maestro noto al ver cómo sus ojos se volvían más rojos de lo que normalmente eran.

– Encargate de salvar a esos chicos, yo me encargo de los héroes.

Yoshoi sintió como la punta de uno de los cuchillos de su maestro hacia presión en su abdomen, asintiendo y comenzando a moverse lentamente.

– No quiero errores chico, así que no hagas nada estúpido.

Yoshoi solo le dio la espalda y su maestro imitó su acción, una vez ambos mostraron sus armas corrieron en la dirección opuesta al otro.