Capítulo 3

1.4K 116 68
                                    

¿Quién es el experto del autocontrol? Pues, yo. Yo lo soy. No entiendo porque algunas personas me catalogan de impulsivo, porque justo ahora estaba siendo todo un maestro de la moderación, deberían admirar mi fuerza de voluntad. Yo, Nakahara Chuuya llevaba varias semanas siguiendo a Dazai y no había pasado la raya, ni una sola vez, llevaba semanas manteniéndome firme en mi palabra. Decir que estaba orgulloso de esto, era quedarse corto, principalmente porque la tarea de mantenerme firme solo se dificultaba más con cada día, Dazai se comportaba raro, no me cuestionaba el porqué, Dazai es raro, y siempre tenía momentos en los que se comportaba más molesto que otros, pero antes no me afectaba tanto como ahora, ahora su cercanía me afectaba tanto que tenía que alejarlo con una actitud cortante y hostil, pero no parecía afectarle, y a pesar de esto yo sigo sin perder el control, y de verdad que era algo difícil, días más que otros, habían días en donde las ganas eran tantas que decidía regresar a mi apartamento en lugar de "acompañarlo" a su casa, para evitar correr el riesgo. Solo me limitaba a mirarlo y de vez en cuando tomar una que otra foto, pero nunca nada más que eso. Hoy era uno de esos días, y el culpable era Dazai, si que se estaba comportando raro últimamente, hoy estaba más pegajoso que de costumbre, y estaba a punto de echar a perder mis esfuerzos de estas últimas semanas, pero no lo hice, así que, sí, me estoy manteniendo fiel a mi palabra, para evitar correr el riesgo.

Luego de mis horas laborales, tenía una misión en las afueras, era simple. En realidad, no había necesidad de solicitar un hotel, pero pensé que si me alejaba un poco se refrescaría mi mente, así que, ordené una habitación, sería bueno para limpiarme, o al menos eso esperaba.

Como lo supuse, la misión fue simple, nada de qué preocuparse y terminó rápido, pero, estaba cansado, últimamente casi no podía dormir, culpaba a Dazai por eso, ya que se encargó de protagonizar todo tipo de escenas que a mi cerebro se le ocurría imaginar, sí, esta noche me haría bien, eso era lo que esperaba, pero al entrar, encuentro nada más y nada menos que a Dazai saliendo del baño ¿Dazai? Dios, mi imaginación cada vez se parecía más a la realidad.

- ¿Chuuya? -dijo confundido

¿Era real? ¿Qué hacía aquí? El mundo de verdad me ponía pruebas duras, muy duras.

- Pero, ¡¿Qué demonios, Dazai?!- no terminaba de salir de mi sorpresa y él terminaba de salir del baño, revelando su cuerpo cubierto solo por una bata y sus habituales vendajes, sabía que estaba así, pero verlo, era diferente , muy diferente, gotas de agua bajaban de su cabello a su mandíbula deslizándose por su vendado cuello y se perdían en un lugar que desgraciadamente no estaba a la vista, sus piernas estaban casi al descubierto...Fue difícil, pero encontré la suficiente fuerza de voluntad para apartar la mirada y continuar quejándome -¿Qué haces aquí? ¿Es esta alguna de tus bromas? Si es así, déjame decirte que no estoy interesado.

- ¿Ah? Eso debería decirte yo. Oh, ¿Es que acaso me extrañaste tanto que viniste a verme en mis vacaciones? Vaya, Chuuya, sí que eres un perro... no puedes vivir sin tu amo, ¿verdad? - ¿Vacaciones? ¿Desde cuándo él gran Dazai Osamu se tomaba vacaciones? Bueno, ese no era el problema ahora, el problema ahora era que Dazai seguía en bata y cada vez era más complicado no intentar mirar de más.

- ¡No soy un perro! Tch, me das asco, ponte ropa, ¿Quieres?

- ¿¿Asco, yo?? Imposible, lo único que da asco aquí es la babosa que tengo en frente.

- ¡Yo no doy asco, tú das asco!

-Muy creativo, Chuuya.

- Jodete.

- ¿Y?

- ¿Qué?

- ¿Qué esperas para irte de mi habitación ?

Un amor no tan sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora