Capítulo 5

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Me despertó mi alarma, molesto la apagué para comenzar a levantarme encontrandome con la grata sorpresa de que Dazai seguía ahí, justo en donde se quedó, con la única diferencia de que estaba más enrollado en sí mismo, como queriendo formar una bolita con su cuerpo, era una escena demasiado linda, tanto que deperdiciarla no era una opción, así que, le tomé una foto, una foto de las muchas que tenía de él, pero esta era diferente, sin duda, era la mejor foto hasta el momento, cuando regrese lo primero que haré será mandarla a enmarcar, eso seguro. Pero, por ahora tenía que alistarme para volver a mis labores en la Port Mafia, puede que Dazai este en vacaciones, pero yo no, aunque sin duda las merecía más que él, si hablamos de trabajo físico yo hacía el doble, pero lo entendía, era el consentido de Mori y además para mi desgracia todo un prodigo, como su apodo indica, así que, no tenía caso molestarme por eso. Lo primero era bañarme, así que, sin más me retiré al baño llevandome mi ropa para comenzar con mi día.

Con el agua ajustada a mi temperatura de preferencia, di comienzo a todo el proceso, pero había demasido silencio, usualmente me bañó con música y canto a todo pulmón, pero no soy tan imbecil como la bella durmiente de al lado, no lo iba a despertar de una manera tan abrupta, sí, lo dice el que le arrojó un balde de agua, pero, eso es diferente, eso no te rompe el timpano en mil pedazos, yo a diferencia de la maldita caballa tengo consideración, al menos en esto, y sin música con el único sonido de la regadera en mis sentidos, empezaba a pensar más y más, todo con Dazai ha sido raro, desde que lo conocí, pero desde que empecé a seguirlo era aún más raro y ahora con todo lo que ha pasado desde que llegué a este hotel el nivel de anormal de la situación iba en aumento, no me quejo, omitiendo mi casi pérdida del sentido de la audición, todo lo que ha pasado en este hotel ha sido genial, era obvio que no había vuelta atrás, pero pensé que tendría que arriesgarme, incluso me cruzó la idea de raptar al gran Dazai por más dificil que me resultara y obligarlo a estar conmigo si ponía resistencia, pero eso ya no parecía necesario. No, ya no lo era.

Lo que sea que haya pasado, le gustó a Dazai, de eso no había duda, solo tenía que jugar bien mis cartas si queria algo más. ¿Qué fue lo que le gustó? Creo que hubieron varias cosas... Primero, se sonrojó cuando me burlé de él y su obediencia ¿La humillación? Podía ser o puede que en realidad simplemente estuviera avergonzado por lo sucedido, o tal vez en realidad le gustó, pero no por la humillación en sí, tal vez era solo el hecho de ser expuesto...no había nada seguro, lo seguro es que algo de esa situación le arrebató un sonrojo a la momia apática...Segundo, se estremeció ante el elogio, eso era seguro, o bueno, mi cerebro no es capaz de encontrarle otra explicación ¿Le gusta ser tratado como mascota? Reí para mis adentros de lo ironico que  sería eso, o tal vez solo le gustaban las felicitaciones, o confirmaciones de que esta haciendo algo bien, si ese era el caso, sería algo triste pero sin duda algo de lo que se puede sacar provecho ¿Daddy issues? No me extrañaría, pero no era del todo seguro, así que, me quedaré con que los elogios son lo suyo...Tercero, me obedecío incluso cuando yo ya estaba durmiendo, ¿Le gusta seguir ordenes? Eso también sería algo contradictorio, al parecer ser contradictorio era algo típico de él, supongo que por no conocerse en realidad, o por lo hipocrita que es, de cualquier manera me obedecío dos veces, la primera se puede justicar con que estaba incómodo y obedecío a cambio de comodidad, pero, ¿La segunda vez? No era necesario, pera nada, podía simplemente esperar a ser liberado y luego ir directo al otro lado de la cama, o esperar a que me durmiera, pero no lo hizo...era algo que tenía que tener en cuenta pero que no logro interpretar...interrumpiendo mis pensamientos, mi teléfono sonó, justo a tiempo, ya había terminado de bañarme, y resulta ser que mi trabajo me estaba esperando, después de la misión de ayer, me tocaba hacer mucho papeleo, pero era parte del oficio, ¿no? Me apresuré a cambiarme para salir del baño encontrandome con un Dazai somnoliento, algo despeinado con la iluminación perfecta para hacerlo ver aún más bello de lo que ya era, viendo fijamente la puerta del baño y como la cereza del pastel, en la misma posición. No podía negar que a pesar de lo lindo de la escena, seguía siendo algo raro que siguiera sin moverse.

Un amor no tan sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora