CAPÍTULO 5

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Yoongi se había levantado muy temprano para ducharse, vestirse y peinarse lo mejor que pudo para ir al aeropuerto a recoger a Hoseok. Hace tiempo no se esmeraba tanto en arreglarse pero el día lo ameritaba pues en unas cuantas horas tendría a su sol nuevamente en sus brazos y quería verse lo mejor posible. Además había preparado con la ayuda de Jimin, Seokjin, Jungkook y Namjoon una cena especialmente para Hoseok.

Estaba decidido a declararse esa noche, por fin su lindo sol sabrá cuánto amor lleva guardando durante todo ese tiempo. Estaba seguro de que Hoseok lo aceptaría pues le había comentado que tenía algo muy importante que decirle.

Minutos después de haber llegado al aeropuerto anunciaron que el vuelo proveniente de Italia estaba a segundos de aterrizar. Yoongi estaba en el área de espera temeroso por no ver al chico de entre tantos pasajeros que bajaban del avión. Hasta que por fin vió a su sol caminando hacía él con una gran sonrisa, su estilo de ropa había cambiado por completo, su cabello peinado de manera que su frente quedará descubierta y su ahora nuevo tinte platinado era para Yoongi una tortura no poder besar a ese hermoso ángel frente a él.

— No sabes cuánto te extrañé — exclamó abrazando fuertemente el cuerpo del menor como si su vida dependiera de ello.

— Te juró que me hiciste mucha falta Yoonie — dijo correspondiendo el abrazo del mayor. Era verdad, al principio se sentía muy solo, todo era nuevo para él, Yoongi no estuvo ahí para apoyarlo como siempre lo a hecho, en la noches lloraba por qué no sabía si podía seguir. Ese tiempo se dió cuenta que necesita a Yoongi más de lo que creía y que sin él su vida sería un desastre total.

Pero sabe que no puede retenerlo, por eso se dió una oportunidad en el amor. En Italia encontró al chico correcto ese que está seguro lo hará muy feliz y que seguramente lo apoyará tanto como su mejor amigo lo apoyó a él.

— Estoy tan emocionado de volver a verte — expresó subiendo al auto de Yoongi después de haber acomodado sus maletas en la cajuela. Despues de graduarse de la universidad pudo conseguir un buen trabajo con un sueldo satisfactorio es por eso que se compró un coche y una casa propia, que aún no ocupa, por qué planeaba llevar a Hoseok para que volvieran a vivir juntos. Pero este último le dijo que no quería molestarlo y que lo mejor sería que lo llevará a un hotel, Yoongi de verdad quería llevarlo a su casa pero Hoseok se negó muchas veces por lo que no tuvo más opción que hacerle caso y conducir hasta el hotel más cerca de su hogar.

Durante el camino Hoseok le contaba todas sus experiencias, malas y buenas, le contó sobre los platillos típicos de ahí pero confesó que extrañó la comida coreana; le contó con mucho entusiasmo sobre los lugares que había visitado y amigos que había hecho en su academía. Yoongi disfrutaba oír a Hoseok, había extrañado tanto esa voz que pasaría incluso una semana escuchándolo sin parar, se sentía cómodo y feliz. Cada que podía volteaba a verlo y le sonreía demostrando estar atento a cada palabra que salía de sus labios.

Así se la pasaron hablando todo el camino hasta que llegaron al lugar en donde el menor se quedaría. Ambos sacaron las maletas y se adentraron al hotel preguntando en la recepción si había un cuarto disponible y después de que la encargada les confirmara que en efecto había uno, les entrego la llave y Yoongi lo acompañó siendo guiados por un boton (persona que ayuda a los huéspedes con las maletas)

Entado dentro de la habitación se quedaron unos minutos más hablando. Yoongi se fijó en la hora y se dió cuenta que se le hacía tarde para llevar acabo su plan.

— Por cierto, hay algo importante que debes saber — hablo Hoseok antes de que Yoongi se preparara para irse

— Puedes decirme lo que quiera esta noche 

𝗡𝗘𝗖𝗘𝗦𝗜𝗧𝗢 𝗔 𝗠𝗜 𝗦𝗢𝗟 [𝐘𝐨𝐨𝐧𝐬𝐞𝐨𝐤] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora