Parte 6: El Daño

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Los pensamientos de Ofir eran un poco una maraña de sentimientos del grado de un enrredo de auriculares en el bolsillo delantero del pantalón. De esos que mientras más tiempo permanezcan ahí, en ese oscuro bolsillo, cuando finalmente necesites usarlos estarán tan enredados que querrás llorar de la desesperación diciendo algo así como -joder, que mierda-, y solo te queden dos opciones: o desenredar todo el maldito cable del auricular o hacerte el tonto utilizando el cable así de enredado apenas acomodándose lo suficiente para poder ser funcional aunque termines con un dolor terrible en el cuello por inclinar tu cabeza porque el cable así todo enredado no da para más.

Por eso en lo personal si me lo preguntan me gustan más  los auriculares inalambricos, aunque bueno ahora el tema es Ofir.

Debemos comprender que en este punto sus sentimientos eran un desborde de emociones contradictorias que no tenían cabida (según él), (pero claro que la tenían). Por un lado teníamos todo lo que se le había asignado, adoctrinado y hecho creer como absoluta verdad porque recordemos que -Dios- es omnipotente y <lo sabe todo (?)>, pero aquí, en el infierno con toda esta gente (que bueno igual y no es "gente" si no demonios y otras criaturas, pero esos son detalles), empezaba a darse cuenta que quizás y todo ese monólogo de o eres bueno o eres malo quizás y a lo mejor no era tan cierto, si claro habían demonios que atormentaban, torturaban, laceraban, quemaban, molian, mutilaban y  degollaban para revivir y rehacer el ciclo en un bucle sin fin pero hey, las "victimas" era gente como Luis Echeverria, digo quizás y se lo merecen, llegaron aquí teniendo ese lugar por puro mérito propio.

El estaba teniendo una crisis que todos los ángeles y arcángeles que tienen contacto con lo humano tienen en su momento, digamos que es su "etapa adolescente angelical" en donde comprendían por medio de experiencia propia que no siempre es lo que esta escrito o determinado a ser, que los seres vivos, se acoplan a sus propias necesidades y riesgos para sobrevivir por lo que no habían personajes 100%buenos o 100%malos en este mundo. Si bien, era horrible lo que hacían y el como se manejaba el infierno, era un lugar necesario para que pudiera haber redención, equilibrio, karma. Era también por eso que los ángeles no se metían directamente con los demonios ni los demonios contra ellos. No porque no pudiesen o les importase las bajas que una guerra podría acarrear, sino porque se reconocían mutuamente como fuerzas contrarias necesarias para mantener un balance en la barca para no se voltee y se hundan ambos ya que eran solo caras contrarias de la misma moneda.

Naturalmente, gracias a este acuerdo tácito entre ambos lados es que de vez en cuando ambos bandos tienen permitido actuar mano a mano, ayudándose para un fin común y, aunque no estaba muy seguro de que situaciones eran, las había. Aunque una cosa es que tus nuevos amigos te cuenten esto, el haber escuchado como el mismo dios juntaba a alguno de sus hermanos con alguna demonio para alguna mision y otra cosa es verlo con tus propios ojos, digo no pueden culparlo. Aunque era el mismo dios que hacia las duplas de angel/demonio el siempre lo vio como un último recurso y lo consideraba indigno (por lo que todas estas misiones en el cielo eran un secreto a voces) y siempre lo ahogó en sermones de puritanismo así que ver algo así de -gris y ambiguo- como cooperar, es mas llevarse bien con el <<enemigo>> era demasiado para él.

-¡¿Her-hermano?!

Y aquí estaba sin saber que hacer o que decir teniendo enfrente a su hermano Raguel siendo ¿coqueteado? por un demonio rojo que Daren le dijo se llama Lucifer. La cara estaba que se le caía y quería enterrarse en la tierra hasta llegar al núcleo porque ¿que rayos? ¿Esto es normal? ¿Porque su hermano deja que se acerque tanto que si bien no le da rollo también puede apalearlo y nadie nunca lo culparia porque esque este tipo nomas no deja de intentar pegostearsele como chicle ¿cuenta esto como acoso laboral?

Supone que su escondite, que consiste en ni siquiera respirar o parpadear y controlando mágicamente los latidos de su corazón con  la esperanza de que el otro esté tan ocupado en lo suyo que no se de cuenta de su misera presencia no funcionó porque de un momento a otro había sido arrastrado por su hermano hasta estar cara a cara frente a él para que después iniciar con el interrogatorio.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2022 ⏰

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