parte 3: El infierno

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Aquel ángel se veía tan vulnerable y más cuando se dió cuenta quien iba a su dirección e inmediatamente empezó a rezar y a hacerse un ovillo.

- ¿si sabes que rezar no te va a ayudar de nada aquí verdad?
Asustado, el ángel da un respingo y empieza a temblar y a rezar "con más ganas".
- ¿pero que tenemos aquí eh?- sosteniendo sus mejillas entre sus dedos, -bueno esto si que no se ve todos los días-, el demonio empezó a reír de una manera que incomodaba a sobremanera a nuestro pequeño ángel.
- de-dejame tranquilo, yo... no debería estar aquí para empezar y...-
- pero claro que no deberías estar aquí cariño, esto -señalando a todo al rededor- por si no te habías dado cuenta, es nada más ni nada menos que el infierno. Un alma pura como tú, aquí es muy cara, digo, rara- lo último diciéndolo con un deje de malicia y travesura, digna de un demonio.
- ven conmigo, no dejaré que alguien más te vea, eres valioso niño, un tesoro que yo encontré, y ni loco creo compartir. - daren tenia una expresión comparable a la de un niño cuando le compran un juguete nuevo, y estaba entusiasmado por estrenarlo.

Inmediatamente después de eso, el demonio lo cargo en brazos, alardeando de su fuerza por todo el camino el cual no era muy agradable.

Verán, el infierno no es como te lo pintan, no, no hay llamas saliendo de todos lados - a menos que seas un imbécil e incendies tu apartamento, o algún otro pecador te incinere, pero eso ya sería tener mucha mala suerte-.

El infierno es más bien como la tierra, pero sin reglas, donde pueden todos hacer lo que se les venga en gana, no hay otra cosa que avaricia y terror en sus calles. Lo más parecido a el infierno en la tierra es una ciudad ficticia de cómics de DC, llamada Gotam, donde nunca hay finales buenos, y tampoco es como si se los merecieran. Allí está lo peor de lo peor, viven y se matan entre ellos mismos. Prostitutas dando servicios a plena calle, drogas en cada esquina, robos, peleas callejeras, tiroteos, corruptos y estafadores peleando a muerte por un pedazo de pan, ya que debido a que en el infierno, no hay dinero, debes conseguir todo lo que tienes matando al dueño anterior, esa es la manera de sobrevivir en este jodido sitio. Claro, aparte de todo este sitio caótico están los demonios, aquellos seres que rigen realmente el infierno, y los únicos que tienen "poderes". Cómo regidores, es fácil adivinar que no viven igual que las almas humanas. Estos viven en sus propias mansiones. Si, hasta en el infierno hay estatus sociales. Dónde tienen el suficiente espacio para que realicen lo que sea que ellos quieran sin ser molestados por otros. Cada demonio tiene un territorio del infierno al cual cuidar, y Ofir había caído en un territorio que no le correspondía a Daren, por ello era necesario apresurarse para que el demonio a cargo no notara el pedazo de cielo que había caído en su territorio.

Aunque Daren era estúpido. A veces el mismo se lo reprochaba, aunque ante los demás no lo demostraría. Esta era una de esas veces. Ya llevaba un tramo conciderable y estaba a punto de salir del territorio del otro demonio, cuando recordó que puede teletransportarse. Inmediatamente dejo de volar y se teletransporto a su mansión.

Ya ahí, más relajado, volvió a mirar a su nueva adquisición.
- hey, ángel, ¿Cómo te llamas?
- ... -
- si no me dices por las buenas entonces serán por las malas ángel.
- m-me llamo Ofir- el ángel estaba muy nervioso, realmente muerto de miedo. No sabía que era lo que iba a pasar pero sentía que no podía ser algo bueno, después de todo estaba con un demonio, quien sabe por dónde anduvo antes, solo estaba rezandole a Dios para que lo sacará de ese lugar y pudiera regresar con él. En este punto ya no le importaba regresar a la jaula, solo quería regresar al cielo, a su hogar.
- bien Ofir, yo me llamo Daren y te quedaras a vivir aquí, conmigo, porque se me da la gana y como ya te habrás dado cuenta, estás en el jodido infierno, específicamente en mi mansión, donde ningún otro demonio puede verte.
Eso a Ofir le alivio un poco, al menos no tendría que convivir con otros demonios a parte del que seguía cargandolo entre sus brazos llenos de cicatrices.
- entonces, ahora que estamos solos puedes decirme, ¿Cómo carajos llegaste hasta aquí?
- e-ehm... pues...
- ángel, métele nitro, no tengo todo el puto día, ¿si?, si te portas bien, no te haré nada, claro, a menos que tu así lo quieras- ladeó un poco su cabeza, de manera traviesa.
- p-pues yo caí por accidente.
- ¿Que carajos?, ¿Cómo siquiera pudiste caerte por "accidente"?, Que tan pendejo debes de ser como para caerte?
- ahh...
- jajaja, joder no lo puedo creer, JAJAJAJAJAJA
- pues...
- no no no, no me digas que de repente se te olvidó la lección donde decía como volar, claro sería "vuelo, tomo I", jajajajaja.
- MI ALA ESTA ROTA.
- oh...
- ... -
- oye, ¿Estás bien?, ¿Te duele mucho?
- ... -
- auch, no tenía idea.
- solo, déjame en paz.
- mira, yo... puedes no creerme pero, no soy "un demonio malo", y la verdad no me importa una mierda hacerte sufrir y seguir todo el jodido protocolo, me gusta más la anarquía. Yo hago lo que se me antoje. Es solo que mírate, eres perfecto para una felación.

Ofir claramente se sintió agredido con este tipo, e inevitablemente se sonrrojo por ese último comentario bastante subido de tono, le parecía un chiste que dijera que no era un demonio malo, pff, por favor. Debía, no, tenía que ver la manera de salir de ese lugar, pero de alguna manera quería también quedarse con este travieso demonio.

La verdad era que, aunque aún no se creía que este demonio que ni siquiera su nombre sabía, este había sido amable con él, se lo llevo de dónde había caído, lo llevo a su mansión y le pregunto si estaba bien de su ala. Realmente sintió la preocupación de este ser en sus ojos. Y eso le sorprendió. Le sorprendió que un demonio que acababa de conocer, fuera más conciderando con él que todos los demás angeles juntos y del mismísimo Dios, y se sintió raramente feliz, el saber que una persona se interesaba en el, que llegaba a apreciarlo al menos un poco.
- bien, déjame verte el ala, tal vez pueda arreglarla.
- no, gracias estoy bien, enserio.
- ven de una puta vez.
- s-si...

Más tarde, ya en una habitación aparte, daren vendaba el ala de Ofir, el sabía hacer vendajes bastante bien debido a sus propias peleas con los otros demonios ya que no faltaba el listo que le era buena idea tratar de matarlo para quedarse con su territorio en el infierno.

-bien cachetes, ya quedó.
- ¿cachetes?, ¿porque me llamas asi así?
- pues porque más, por tus cachetes regordetos, tu cara parece de un bebé feo.
- ¡o-oye!, no digas eso, no parezco un bebé- mientras esté hacía un puchero, inflaba sus cachetes y esl le pareció de lo más tierno a daren, así que el demonio siguió molestando lo un largo rato.
- pues tal vez tengas razón, pareces más un hámster
- ¡oye!
- además eres pequeñito, como un niño.
- ya déjame en paz
- hey, eres mi nuevo juguete, ¿como me pides eso?, tranquilo, tampoco es como si fuera a matarte niño.
- ... -
- enserio!, Palabra de demonio - aseguro daren. - okey, ¿Pero como te lastimaste el ala, digo deben de ser bastante resistentes, así que me da curiosidad.
-pues, digamos me lastime entrando a un lugar estrecho.
-ah pues, vale, pero necesitas reposo si quieres podes quedarte en esta habitacion, después de todo tengo muchas más, está podría ser la tuya, además que en el baño está todo el material de curación que necesites.
- gracias, te agradezco mucho tu hospitalidad
- si, solo no te vayas acostumbrando cuando estés sano serás mi chacha.
- ¿Tú qué?
- mi sirviente
- ¿p-pero porque?
- ¿es que acaso pensabas que todo esto era gratis o que?, No ángel, el mundo no se mueve así, o bueno, el infierno en este caso. Me interesas, serás un buen accesorio para mí, estarás en mi casa y no saldrás a ningún otro jodido lugar, eres mío, ¿entiendes?, no puedes, ni tienes objeción en esta mierda, ¿quedó claro?
- ... -

Y ofir asintió tímidamente, intimidado, nervioso y con miedo. Lo que tenía enfrente no era menos que un demonio y el siendo un pobre angel menor no podía contra él aunque lo intentará, por eso mismo no había intentado nada en contra de el, y agradecida sinceramente el hecho que tratará su ala.

Tampoco podía evitar pensar en Dios, aquel ser todo poderoso que no había ido a auxiliarlo, que al parecer, lo había abandonado. Aunque claro que Ofir no quería pensar eso, necesitaba creer que dios simplemente no se había dado cuenta de su ausencia y que cuando se percatara iba a ir a por él, solo tenía que ser paciente, y aguantar. Porque aún con el hecho de que el demonio que lo acogio en el infierno por el momento no era tan malo después de todo, no podía simplemente estar allí, ese no era su lugar, sino a lado del Todopoderoso. Siempre había sido así, desde que fue creado hace más de 500 años, y tenía que seguir así.






perdón por no haber actualizado, alch nunca creí que fuera tan difícil :( además de que la uni me absorbe un buen de tiempo. En un inicio tampoco creí tener vistas, solo estoy haciendo una pendeja pendejada aquí, pero les agradezco que sean pacientes y espero que les haya gustado. Igual pueden decirme que puedo mejorar y así, soy re nueva con esto así que por fas tenganme paciencia unu. Les quiero mucho, besitos en la cola c:

AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora