—Qué ocurre?— Cuestiona Charlie. Jacob y Edward se tranquilizan, así que Nisha y Kalec los sueltan.
—La besé.— Musita Jacob. —Y se rompió la mano, golpeando mi cara.— Kalec y Nisha intentan no reírse mientras Charlie parece asombrado. —Fue un malentendido.
—Mi padre te ayudará con eso.— Dice Edward.
—Muy bien, hagan eso, Jacob ve para tu casa.— Ordena Charlie, de seguido mira a Nisha en busca de alguna respuesta de porque la joven estaba tan tarde por ahí.
—Mm nosotros solamente estábamos de paso.— Responde Kalec antes de que Nisha hablara.
Sin más, Edward y Bella se van, Jacob toma su camino, Charlie se despide de todos y vuelve a su casa.
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—Yo me voy, de todas formas ya acabo nuestro turno.— Dice Nisha mirando a Esme y a Alice que llegaban para vigilar, ella las saludo con la mirada.
—Bien, voy a ver a Leah. Nos veremos después.— Kalec le da un beso corto en la frente a su amiga y se va corriendo.
Nisha toma camino a la casa Cullen, cuando llega saluda a sus compañeros y a los demás y sin más se va a la terraza a "respirar" un poco.
Pasaron unos minutos y ya Bella y Edward habían llegado.
—Solo es una torcedura, sanará muy rápido.— Dice Carlisle.
—Trataste de caminar y mascar chicle al mismo tiempo.— Dice Emmett con humor, Bella ríe.
—Golpee a un lobo en la cara.— Dice Bella con orgullo.
—Bien hecho.— Responde el pelinegro. —Vas a ser una neófita muy dura—.
—Lo suficiente para acabar contigo.— Responde Bella. En ese momento se escuchó un estruendo de papel.
Nisha pensó en ir a ver que pasaba, pero al sentir el olor de su compañera acercarse solo se quedó recostada de la baranda de la terraza. Cuando la rubia se acercó, Nisha la tomó de la cintura con dulzura y le dio un tierno beso en los labios. No eran necesarias las palabras, bastaba con solo estás ahí para reconfortarse un poco. La paz no duró mucho, ya que la Swan fue detrás de Rosalie.
—Ve a otro lado a decir tonterías sobre ser una neófita.— Dice Rosalie recostando su cabeza en el hombro de su chica.
—Oye... Rosalie, yo sé que odias, lo que no entiendo es porque.— Musita Bella.
—Odio.— Dice Rosalie con sarcasmo. —Yo no te odio.— Dice la rubia mirando a la mortal. Admito que no me agradas pero... Bell, te envidio.
—Qué?— Responde la mortal incrédula y algo orgullosa por escuchar lo que dijo la vampira, algo que Nisha pudo notar. —Es ridículo.
