Parte 2. Celos y ¿Dragones?

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Los días pasaron tranquilamente desde aquella reunión, las cosas entre los dos reinos iban de maravillas. Los demonios estaban contentos, ya que no serían sacados de sus territorios o sus casas (o cuevas en algunos casos)y no serian convertidos en huecos enormes para extraer minerales y piedras.

Por supuesto, que Shang QuingHua no recibía crédito por pensar en el plan y convencer a los señores demonios. Pero él era feliz con ver a sus NCP a salvo y aunque no todos era siempre los hijos más agradecidos o inteligentes que uno pudiese desear, eran parte de su creación y le daban vida al basto y variado mundo que creo.

Por supuesto, su preferido era su Rey, Mobei Jun es, sin duda, la obra mas perfecta que creó. Solo se arrepiente de ese carácter distante que le dio, si fuese más como Bingue con su Shizun, él sería el cultivador más feliz de la tierra.

Pero él se tenía que conformar con que no lo golpeen.

"Mi vida da lástima" pensó. Sin embargo, estaba más que feliz con lo mucho que había avanzado en su vida, paso de ser un personaje destinado a la muerte a ser el servidor más fiel y útil de Mobei, algunos demonios ya lo respetaban y tenía un lugar donde dormir, comer. En su cumbre era el único que lograba llenar tantos formularios en tan poco tiempo. Incluso el bruto de Liu Quinge pedía por su presencia, ya que su discípulo principal le temía al dios de la Guerra y era rápido, pero no tanto cómo él.

Mientras reflexionaba sobre esto, se dio cuenta de que la hora pasó de prisa y que, en lugar de ir divagando sobre su relevancia en la trama, tenía que levantarse y servir a su cumbre y a su Rey.

Miro por la ventana de su habitación, y se filtraba la poca luz de la mañana. Estaba seguro de que dan eso de las 7, pero parecía mucho más temprano, ya que, en las heladas tierras del Norte, el frio hacía que siempre él sol saliera tarde y se metiera temprano.

Su palidez era prueba de ello, la luz que le daba cuando iba a su cumbre lastimaban sus ojos y piel. No se quejaba, pero era algo molesto.

"No soy una delicada flor que se marchita", piensa para sí mismo, cada vez que lucha con la incomodidad, sin embargo, usa balastamos para la picazón y sombrero cada vez que se debe exponer por demasiado tiempo al sol.

"Tampoco pelee tanto por sobrevivir para morir de cáncer de piel, Pepino" le dijo la vez pasada a Shen QuingQiu cuando se burló de él por su delicada piel.

Shang Quinhua casi cayó dormido pensando y recordando.

"No quiero que Dawan se enoje" pensó a la vez que casi llorando de sacaba la pesada manta de encima para ir al baño y prepararse. Se se enjuagó la boca. Mas sin embargo no se cambió de ropa ni se vistió,

Miro a su habitación, que estaba más desordenada de lo que creyó, la cama estaba desarreglada, los pergaminos y otras cosas todas revoleadas a lo largo de su mesa de trabajo y hasta en el suelo, al lado de la cama, en su mesa de noche un fanfic a medio hacer y su estante con rollos estaba desorganizado.

No le gusto y se puso a ordenar. "Como puedo llevar a cabo la economía de mi secta y la de este palacio si no puedo llevar a cabo la organización de mi propio cuarto"

Comenzó a cantar una canción en inglés a la vez que busco una escoba y ordeno mientras bailaba, hasta que golpearon su puerta.

— Adelante. — dijo sin pensar.

No se esperaba que la persona atrás de la puerta fuera MOBEI JUN. El cultivador no sabia que hacer. ¡Su cuarto estaba ciertamente ordenado, pero él era un desastre!

Su pelo estaba totalmente suelto y enredado, no tenía puesta sus ropas (solo las de dormir) y estaba en medio de un recital imaginario.

Mobei Jun tenia la vista fija en el cultivador.

El cultivador es del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora