¿Me Gustas? [Hyunlix]

08

Si bien, la relacion de "inentemosolo" al principio no fue tan sencilla, supieron llevarlo muy bien. Pasaron de tímidos "hola" cuando estaban frente a sus amigos a lindos "realmente hoy te ves muy bien" ¿Quién lo diría? Ambos eran unos descarados cuanto a amor se tratase, pero sabían quererse, de eso no había duda.

Todavía no era nada oficial y, para ser sinceros, eso ponía un poco mal a Felix, digo, ya llevaban más de un mes con su extraña relación, ¿no era momento de avanzar al siguiente paso?

¿Será que Hyunjin se había cansado de él?

No podía ser cierto, ¿verdad? Puede que le rechazara dar un besos siempre que lo intentaba o que solo aceptara los abrazos o el contacto físico, pero, ¿era suficiente para aburrirse? Si es así, realmente estaría devastado, y más ahora que había aclarado sus sentimientos.

No perdía nada intentando pasar al siguiente nivel ¿no es así?

Y, con ese pensamiento en mente comenzó a planear lo que sería su próxima confesión de amor.

......

– JiSung, Minho ¿Han visto a Felix? – Preguntó el chico al no encontrar a su menor por ningún lado desde hace ya un buen tiempo.

– No, salió del salón en cuanto anunciaron suspensión de las últimas horas porque la maestra de Física había faltado. – Explicó el de lindas mejillas algo desconcertado, su pecoso amigo le había dicho que irá con Hyunjin.

– ¿No tienes idea de donde pude estar?– La angustia ya reinaba en su voz, ¿Dónde carajos se había metido Felix? Necesitaba decirle algo muy importante desde hace días, pero lo había notado distante, así que, no tuvo el suficiente tiempo.

– Probablemente esté en la biblioteca, tendremos un examen pronto y sabes que le gusta mucho estudiar.– La platica paro cuando una notificación característica sonó, era un mensaje, especialmente del teléfono de Hyunjin.

– ¿Todo bien?– Ahora interrogó Minho. La cara de su amigo era todo un poema, le daba curiosidad saber la razón.

– Sí, solo recibí un mensaje que no esperaba.– Seguía viendo la pantalla de su dispositivo móvil con una expresión de asombro.

– ¿Qué dice?

– Es Felix, dice que quiere hablar... me espera en el auditorio.– ¿De que se trataría aquella conversación? Y ¿Por qué en el auditorio? La última vez que estuvo allí fue cuando- ¡Mierda! Ahora todo comenzaba a tener algo de sentido; muy poco, pero lo tenía.– Me voy chicos, los veo luego.– Dijo eso último para correr hacia su destino.

No tardó mucho en llagar; estaba vacío y a oscuras, pero, en el centro, había una pequeña mesa parecida a las que se usaron hace un tiempo para los jueces del concurso.

Caminó hasta esta y vio una pequeña hoja cortada por la mitad, hecha en letra a máquina e impresa en hoja gruesa.