Jade Gutenberg, la hija menor del antiguo Archiduque Anton Gutenberg, brazo derecho del emperador de Paradais, un imperio prosperó y grande, pero con muchos enemigos, a 3 años estallo una gran guerra que derribo una gran parte de este imperio y desgraciadamente, el Archiduque dio su vida para proteger al imperio y a su hija que en esa época tenia 12 años.
Por ese impacto, el reino quedo en desvendeja y gran parte fue tomada por su enemigo, el imperio Darks, este era conocido por su familia imperial, se decía que los emperadores venian de un linaje de demonios y por eso ellos tenían fuerzas sobrehumana y poseían magia demoniaca.
El imperio de Paradais era lo contrario de Darks, pues decían que los emperadores de este eran de una linaje de ángeles, por eso su imperio creció en abundancia y era prosperó, se decía que los antiguos nobles tenían la pura sangre de los ángeles y estos tenían alas majestuosas, su magia era pura y capaz de restaurar bosques con solo un toqué, pero los pura sangre se perdieron, ya que se mezcló con otras razas del mundo.
Jade fue dejada acargo de la governante y ama de llaves de la manción, la señora Lina,ella enseño a Jade todo lo que era necesario para tomar el mando, con apenas 13 años ya tenia todo lo necesario para cargar con el Archiducado, con 14 años el emperador oficializó su mando y poder, haciéndola la mas joven Archiduquesa del imperio Paradais.
Actualmente con 15 años recién cumplidos, Jade tenia el respeto y la admiración del reino, ella cumplió todo los requisitos de una gran noble, siendo capaz de poder llevar el mando de un Archiducado y por su gran poder ella era el brazo derecho de la familia imperial.
Ya no veían en ella una niña, si no una gran mujer.
Actualmente en Goten*.
Una bella joven estaba sentada bajo un sauce, sus negros cabellos bailaban al compaz del viento, que besaba su fino rostro mientras tenia sus ojos cerrados, sus largas pestañas negras resaltaban en su pálida piel, pero lo que mas llamaba la atención, era sus carnosos labios, eran como melocotones listos para ser devorados.
Su paz fue interrumpida por una chica de cabello corto color miel, la joven suavemente llamo a la otra.
-Mi señora, la emperatriz y la princesa acaban de llegar y dijeron que tienen un asunto importante que tratar con usted.
La joven pelinegra abrió lentamente sus ojos, dejando ver un hermoso verde en ellos, eran brillosos medio oscuro claro, eran bellos, con una voz suave y amable respondió a la pelimiel.
-Esta bien, ya voy atenderlas, muchas gracias Clara.
La pelinegra se levanto del banco con una sonrisa en su rostro y se dirijio a la sala de visitas.
Al llegar hizo una reverencia y las saludo.
-Gloria a la luna del imperio y a su estrella, es un honor tener sus presencias en mi manción.
- Oh,pequeña Jade no es necesario tanta formalidad, eres como una hija para mi.
Era una mujer de cabellos dorados y ojos violetas, su rostro era un poco fino y sus labios estaban pintados de un rojo carmesin, haciendo juego con su lujoso vestido, ella era Lorraine Nobel la imperatriz del imperio Paradais
-Jadee, eres como mi hermana menor, porque aun no me llamas por mi nombre?.
Una chica un poco mayor que la pelinegra hablo con un tono de tristeza, cabellos color miel y ojos violetas, su rostro fino y labios rosas, llevaba un vestido lujoso pero simple de un color azul marino,ella era Roxanne Nobel, princesa del imperio de Paradais.
Jade suspiro y con una sonrisa les contesto.
-Como podría una simple noble como yo, considerarme parte de la familia imperial y aun mas osar llamar a la estrella del imperio por su nombre, jamas seria capaz de ofender a sus majestades.
-Nunca seria una ofensa tenerla en nuestra familia, seria un honor..., pero no vinimos hablar de esto, vinimos a darte una noticia y una invitación.
Dijo la reina que ya estaba cómodamente en el sofá junto a la princesa.
20 minutos después Clara la sirvienta de Jade, había preparado una mesa con dulces y té para las damas que discutían la nueva noticia.
-Como es posible eso!.
Dijo Jade con molestia.
-No lo sé, pero no puedo hacer nada al respecto, si nos negamos ellos pueden destruir lo que queda de nuestro reino.
La reina estaba algo melancólica de recordar la terrible guerra.
-Yo...,puedo hacerlo, si así nuestro reino queda libre, yo acepto.
Dijo la princesa, su voz fue calmada y segura, aunque por dentro estaba decepcionada y con miedo.
El Emperador de Darks había enviando una carta a Paradais, exigiendo tomar la mano de la princesa para su hijo, si ellos ascendía a la propuesta, el devolvería las tierras tomadas, pero si se negaban, ellos terminarían de tomar el imperio, devastandolo todo, junto a su gente.
La princesa Roxanne estaba dispuesta a casarse con el príncipe de Darks, ella había visto todo lo que sufrió sus padres y los soldados, antes y después de la guerra, cada noche veía a su padre pasar noches en clara intentando encontrar una forma de ayudar a su gente, su madre ayudaba a todos los que podía pero había cosas que no se podía reconstruir o sanar.
Ellos tenían 3 días en preparar un banquete para la llegada del emperador y príncipe de Darks, la emperatriz vino a entregar la invitación a Jade, sería el primero banquete como Archiduquesa de Paradais.
Todo estaba listo, sabían lo que pasaría y no podrían evitarlo, estaban preparándose mentalmente para esa noche, pero llevarian una gran sorpresa en esta, al final nosotros no escogemos en nuestros destinos.

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Demonios en el Paraiso
Ficción históricaNo todos los demonios son malos, y ni todos los ángeles son buenos. Aun mas cuando ellos conviven con la raza humana.