La noche estaba increíblemente fría, y aun que la habitación tenia una apariencia cálida, el aire que corría a dentro era tan helado.
Estaba tan oscuro... y silencioso, aun mas cuando no tienes a nadie a tu lado.
La joven peli-negra sabia como era eso, desde pequeña había hecho todo lo posible para ser alguien útil y no ser dejada de lado por su padre y hermano.
Pero aún hací, después de perder a su padre...su hermano la abandonó... dejando todo en su espalda.
Durante todas las noches ella pensaba en miles de razones para que el la haya dejado sola,pero había noches que no podía, solo tenía 13 años, ¿Acaso no era demasiado joven?.
Su corazón quedo roto, pero aun hací, lo que quedeba ella lo junto... llevo junto a su hermano, que en vez de ayudarla, solo termino de hacerlo polvo.
Con el tiempo proceso todo la herida y el dolor que sentía, llegando a desconocer su propia mente, llegando a tener miedo de ella misma... Pero esa noche dolía... dolía mucho...
La joven que aun estaba de pie cerca de la puerta, miro a su alrededor, buscando algo...o talvez a alguien...pero no había nada, ni nadie...no veía nada, además de su vieja amiga, la soledad, la que siempre la acompaño.
A pasos lento camino hacia la gran cama, se acurrucó sobre las cálidas cobijas, recordando a su padre y a su hermano, el que promedio cubrirle la espalda, el que juro estar siempre con ella...
También recordó lo repentino y doloroso que fue todo y como esta siendo doloroso ahora que esta sola y al parecer, siempre lo va estar.
Las lágrimas inundaron a los hermosos ojos verdes, que estaban apagados y con una mirada pérdida, las lágrimas caían sobre sus brazos, mojando su pálida piel.
En una tentativa de borrar esos pensamientos, miro por la ventana, vio a la hermosa luna que parecía que la estuviera mirando.
Las unicas con la se abría era con ella y con la soledad, siempre contaba sus secretos y sus problemas, las únicas que nunca le han fallado, las únicas que siempre estuvieron a su lado cuando ella mas necesitaba.
Las únicas que la veían llorar y escucharon las suplicas por su muerte.
Talvez para los demas solo ven una luna que los iluminaba, pero ella veía a la única que le brindo el consuelo que necesito y que ahora, sentía como si la estuviera llamando, para darle el abrazo que necesitaba, pero que nunca recibió.
*( Solo quiero sentir algo, algo que realmente me haga sentir como una persona de nuevo)*
Había noches que escuchaba la voz de su padre en sus sueños, el la consolaba.
En otras escuchaba a su hermano, pero lo único que escuchaba, era la despedida que tuvieron antes de que el desapareciera.
Era increíble pensar en como ganaron la guerra, era increíble pensar en como un sacrificio... pudo detener algo tan devastador...
Pero a pesar de todo, ella ya no podía darse el lujo de dejar salir todo, ya no era una niña, tenia responsabilidades y muchas vidas en sus manos.
*( Debo revisar la construcción de la nueva villa, si esas personas aceptan venir, tendré que preparar muchas cosas)*
Los recuerdos del pasado y los pensamientos que sentía, se esfumaron tan rápido como apareció.
Ya estaba acostumbra a tener ciertas recaídas al recordar el pasado, pero por mas que intento olvidar... jamas lo logro.
Pero...
¿Como olvidar algo que te marco para siempre?
¿Como olvidar el doloroso momento en que sientes la soledad retumbar silenciosamente en ti?
Saben...la vida no te enseña a ser fuerte, solo...te obliga a hacerlo.
Otro día mas es esta horrible sociedad, un día mas con esta hipócrita aristocracia, que solo me repugna.
Jade estaba sentada en un pequeño sofá, mientras veía salir el sol.
Solo llevaba un camisón de seda, con su largo cabello suelto que estaban hecho cascadas en sus hombros, era una joven hermosa, siempre conservaba una mirada amable, casi siempre tenia soluciones al instante, pero en ese momento en su rostro tenia una mueca de disgusto y en sus apagados ojos sostenia una gélida mirada.
Estaba de mal humor y ni había razones para estarlo, pero la noche pasada fue algo que no se esperaba, al menos no tan pronto.
Soltó suspiro tras suspiro.
Tenia trabajo que hacer, además de no estar en su manción, seria problemático estallar en el palacio, aún que los emperadores ya la habían visto en un estado...como decirlo? Endemoniada?.
No era gratificante verla en ese estado, tampoco era fácil calmarse después de dejar salir todo lo que se guardaba.
Ser la admirada Archiduquesa no era fácil, aun mas en tiempos fríos como ahora.
El reino podría perder la única princesa que tenia y todo por negocios...
Era frustrante pensar en eso, sabia que los Reyes no querían algo como eso, pero ya no tenía nada que hacer, ya no tenia otro modo... O talvez si.
Rápidamente se levantó del sofá y se dirigió a prepararse para salir.
Ya lista, salió de los aposentos y pidió a un sirviente que avisará a unos de los caballeros, que ella se requeria de su caballo enselado.
Bajo hasta la entrada del castillo encontrándose con el rey y algunos de la corte real.
La joven gano la mirada de todos, ya que su atuendo no era tan común entre mujeres.
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Llegando junto a los señores, realizó una reverencia con un saludo formal, haciendo que los demás hicieran lo mismo.
