Parte 1/2
Loki había sido maldecido. Todo por la envidia de los Dioses. No podían aceptar que existiera una alma tan hermosa y pura, tanto por dentro como por fuera.
Por eso, lo habían maldecido, haciéndolo volver una horrible bestia. Por lo mismo, había huido de su aldea a las montañas, a lo más recóndito en una oscura cueva. Donde buscaba parar sus días hasta perecer. En paz, sin cientos de cazadores buscando su cabeza.
Sin embargo, no podía olvidar a su primer amor. Aquél joven rubio cazador que conoció en su niñez que incluso había prometido desposarlo.
[...]
Los años habían pasado, 10 desde su maldición cuando había cumplido exactamente sus 20 años. Había pasado 10 años sin ver a alguien, sin entablar conversación. Habían pasado 10 años en donde siquiera había podido amarse a el mismo. Venga, era una bestia horrible. Pero, aún asi, siempre intentaba cuidarse. Peinaba su melena pelinegra y se mantenía lo más limpio pese a su apariencia.
[...]
Los años habían pasado también para aquel cazador rubio llamado Thor. Se había ganado mucho respeto por parte de todos, incluso lo habían apodado el "rey de las bestias".
Sin embargo, no hubo momento donde no pensará en aquel chico. Que por más que buscó, no logró encontrar. Sólo había oído que había sido atacado por una enorme bestia azul. Cosa que había aumentado su odio por las bestias y por tanto, había empezado a cazar a todas las que se pusieran en su camino. Pero había una... que no había logrado encontrar, la que asesinó a su amado.
Por eso, iba a seguir un supuesto rastro que había oído de algunos pueblerinos. Supuestamente una gran bestia azul de ojos tan rojos como la sangre había empezado a atacar a su ganado.
Así que sin más, empezó aquella travesía.... entrado a lo más profundo de las montañas en busca de esa bestia.
[...]
Los suministros se acababan en la cueva, su estómago empezaba a rugir con fuerza. Aprovechando la oscuridad de la noche y dejándose iluminar únicamente por la luna llena y las estrellas.
Caminando al lago, empezó a pescar con su lanza y redes. Sin percatarse de la mirada algo alejada de un cazador, que poco a poco iba acercándose por su presa. Al estar a una distancia considerable, el aire empezaba a tornarse más frío para el cazador. Y al primer instante que tuvo oportunidad, no dudó en lanzar una flecha seguida de tres más en la dirección de la bestia azul. Pese a eso, solo una dio en el objetivo, atravesando la piel de la bestia que dio un grito más que humano, antes de que la sangre empezará a bajar y teñir el lago.
—Mnjh... Argh!
Aquella bestia se volteó, mirando a la persona que lo había atacado y quedando inmóvil al reconocerlo de inmediato. Sus piernas no reaccionaban y no pudo defenderse al ser derribado por el rubio, pese a este ser más bajo por varias pulgadas.
—Maldita bestia, morirás como todos los tuyos...
Sus manos empezaron a asfixiar y ahogar al pelinegro, pues lo hundía en el lago. Sin encontrar resistencia de parte de la bestia, cosa que lo extrañó. Sin embargo, lentamente el rubio cesó de asfixiarle al notar ciertas faciones en la bestia conocidas. Mas lo que más le conmocionó, fue cuando la bestia habló.
—T-Thor...
—¿Cómo... Cómo sabes mi nombre?
El rubio rezaba a todos los dioses que esto que estaba empezando a imaginar fuera mentira. Pero por los dioses; pese al color azul, las marcas en su piel y su frialdad, sus ojos rojos... era... era él. Realmente él.
Sin embargo, el silencio reinó y no obtuvo ninguna respuesta. Cosa que lo enfureció un poco.
—¡Dime!
—Soy... Soy Loki...
La fuerza en sus manos desapareció, ya no lo asfixiaba y solo lo miraba con incredulidad pura. Y aunque quisiera estar en negación, él lo sabía... muy en el fondo de su corazón.
Esa bestia era su Loki.
Se quedó en silencio, sin poder hacer siquiera una simple oración. Aunque pronto se arrepintió al ver la mirada rubí de su amado dolida, de seguro pensaba lo peor y él sólo estaba callado. Callado y sin poder reconfortar su corazón, que de seguro también estaba herido Mas no tuvo oportunidad de decir algo, al sentir como era empujado sin cuidado con una fuera sobrehumana que lo dejó en el suelo. Algo aturdido miró como su chico se perdía en la montaña, que extrañamente empezaba a verse una tormenta de nieve de la nada emergir.
Instintivamente salió tras él, gritando su nombre. Intentando mirar por aquella tormenta que empezaba a congelarle, empezando por sus dedos que perdían algo de movilidad.
Pero no podía detenerse, había conseguído a su Loki después de unos largos 10 años. Él... Él estaba vivo y de regreso.
Debía de encontrarlo a todo costo.
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Nuestra historia (Thorki One-shots)
De TodoPorque no hay nada mejor para describirlos, que una canción desde el corazón. Pareja: Thor y Loki