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Después de esa tarde divertida que tuvieron las chicas, Ayaka tuvo que ir a buscar algunas cosas fuera de la aldea algo que le pareció raro ya que todas las misiones eran dentro de la aldea y muchas veces dentro de las oficinas con Tsunade pero no podía decir que no era necesario el dinero así que acepto antes de partir a la misión dejó solo a su padre en la casa junto a un Tanuki para que sepa si necesitaban ayuda o algo, el viaje de Ayaka iba a durar dos días solamente pero durante esos días sentía que algo estaba muy mal y lo comprobó cuando llegó a la casa y la vio casi destruida, la puerta y las ventanas estaban rotas alguien había entrado a la fuerza y su padre y sus hijas no se encontraban por ningún lado.

Ayaka: ¡Papá! *Asustada* ¡¿Dónde estás?!

Reviso toda la casa de pies a cabeza pero no los encontró Nisiquiera una pista de en dónde podrían estar, estaba tan cerca de enloquecer sus hijas no estaban y Nisiquiera el Tanuki que estaba acargo de cuidarlos se encontraba cerca y si era así alguien entro a la fuerza y se inició una batalla dentro de la casa pero si hubiera Sido así los vecinos hubieran llamado a la seguridad de la aldea, mientras revisaba la casa encontró un dado tranquilizante y dos bombas de somnifero dentro del cuarto de sus pequeñas junto todo lo que encontrá y se lo llevó a Tsunade toda enojada.

Ayaka: *abre la puerta de golpe y molesta* ¡Me prometiste que los ibas a cuidar!

Tsunade: *molesta* no puedes entrar así a la oficina del Hokage y acusarme de no cumplir con mi palabra.

Ayaka: *se acerca a su escritorio* entonces porque encontré esto en mi casa en vez de encontrar a mi familia.

Tsunade: *confundida* no sé de qué estás hablando, ayer ví a tus hijas y estaban bien

Ayaka: vuelvo hoy a la casa y están destruidas las puertas y las ventanas aparte de encontrarme con esto, ¿Dónde están?

Tsunade: *preocupada* no lo se, enviaré a alguien a buscarlos, pero tú y yo sabemos quiénes están detrás de todo esto.

Ayaka: si son ellos no podrán entrar al clan, odian a los forasteros, atacan a matar.

4 horas antes

Abuelo: vamos mi pequeñas tienen que dormir un rato para no enfermarse y estar bien cuando mamá regrese de la misión *les sonríe mientras les canta*

Solo las acomodo en sus camas y se fue a la sala para estar tranquilo mientras esperaba que Ayaka llegará pero de la nada escucho como la puerta se rompió y vio entrar a alguien enmascarado pero cuando estaba apunto de ir por las pequeñas sintió un piquete en su cuello le habían disparado un dardo y seguido de eso tiraron un bomba de somnifero en la habitación para que durmieran profundamente y así se las pudieran llevar de allí junto al padre de Ayaka. Después de cuatro horas llegó Ayaka y vio todo destruido.

Dentro del clan Kimura

Cuando despertó el padre de Ayaka se vio en el calabozo del clan y el estaba encadenado a la pared, estaba desesperado buscando a sus nietas o por lo menos a alguien que le explicará lo que estaba sucediendo y fue cuando apareció su esposa.

Padre: ¿Dónde están las niñas? *Molesto*

Madre: están en la antigua habitación de Ayaka y no te preocupes están bien *sería*

Padre: no te cansas de hacer sufrir a nuestra hija, es la única que tenemos, los demás son varones que te tienen cariño pero sobre todo lealtad.

Madre: ella sufre estándo con ese hombre, cuando vivía aquí ella era feliz y lo volverá hacer, no tiene más opción que venir a buscar a sus hijas bastardas *molesta*

Padre: ella jamás fue feliz dentro del clan y nunca lo será, tienes que aceptar que ella es dueña de su vida *molestó* ¡Déjanos ir!

Madre: tu que sabes de ver por el bien de los hijos, nunca te importo el clan, querías que las costumbres se rompan, querías ensuciar nuestra sangre.

Padre: mi clan siempre fue miserable, por eso la mayoría apoya a Ayaka en sus decisiones porque ellos igual quieren ser libres de las antiguas leyes. *Suspira* pero una mente tan cerrada jamás en su vida lo entenderá.

Madre: yo, voy a silenciar y a encarcelar a los rebeldes, nunca se va a ensuciar nuestro legado de nuevo, esas niñas serán eliminadas y todo documento de ellas igual *molesta y orgullosa*

Padre: por eso Ayaka heredó mis habilidades, desde el momento que estaba en tu vientre ya tenías trazado su camino y esa es la razón por la cual nuestra Deidad jamás te dió su bendición, vio como la tratabas, escucho sus llantos, sus súplicas, hasta la escucho pedirle que la convierta en una ave, pero eso jamás te importo.

Madre: Ayaka jamás lloro aquí eso son mentiras ella era feliz hasta que lo conoció a él, ese tonto si talento lo engaño y mírala ahora es tan miserable viviendo en esa posilga.

Padre: tu podrás llamarla posilga pero para ella es el hogar que tanto buscaba y más cuando el está en la casa, el amor que se tienen entre los dos, es lo que me hubiera gustado tener contigo*triste* pero fue un matrimonio arreglado y me unieron a una mujer sin corazón.

Madre: no mientas, tu me amas, yo soy el amor de tu vida, los hijos que tenemos lo demuestran *triste*

Padre: no, tu no eres el amor de mi vida, me enamore tan joven como le sucedió a Ayaka solo que ella si logro oponerse y dejar todo atrás ella tiene el valor que a mí me faltó, por eso estoy tan orgulloso de ella.

Madre: estás mintiendo, tu nunca tuviste un amor en tu adolescencia siempre estaba conmigo y con tu mejor amigo, nunca ví a ninguna mujer más en tu vida que no fuera yo*con lágrimas en los ojos*

Padre: ¿Quien te dijo que era una mujer?, Yo me enamore de mi mejor amigo y el me correspondía, mientras tú creías que estaba entrenando con el, yo estaba disfrutando de nuestro amor*sonríe*

Madre: ¡Eres un mentiroso!, Tu no eres homosexual, no, tu no lo eres, solo lo dices para lastimarme. *Llorando*

Padre: si yo hubiera juntado todo mi valor estaría viviendo con el en la aldea escondida entre el desierto, Nisiquiera sé cómo está el ahora, me encantaría volver a ver esa hermosa sonrisa.

Solo escucho eso la madre de Ayaka y salió con los ojos llorosos jamás en su vida se imagino que el hombre con quién se casó estaba enamorado de un hombre, ella pensó que el tiempo que pasaron juntos en sus niñez y adolescencia era amor puro pero solo era una mentira, el tenía un romance en secreto tal como su hija lo tuvo solo que ella si logro manchar la sangre familiar, ahora tenía la oportunidad de casar a su hija con alguien que la amaba de verdad y sobre todo era del clan, ella iba a arreglar los errores que cometió su hija y comenzaría con las pequeñas y después seguiría su amado Guy, mientras volvía a su casa escucho como las pequeñas estaban llorando, extrañaban a su mamá así que mientras una mujer del clan las intentaba calmar, para que no molestaran a la familia líder. Ella se encerró en su habitación a pensar en todo lo que le dijieron hace unos segundo y se derrumbó a llorar amargamente mientras se jalaba de sus cabellos para dejar de sentir dolor en sus corazón...

Siempre Fuistes Tu ❤️Guy y AyakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora