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Will estaba en su cuarto, esperando a Mike. Él pensaba que lo sabía todo sobre la relación entre Mike y Once, aunque el azabache venía a demostrarle lo contrario. Hablando del rey de Roma, Mike entró en ese preciso momento por la puerta de la habitación de Will.
- ¡Will! Tengo que-
- No Mike, no tienes que hacer nada. Ya has hecho bastante. No sé qué quieres explicarme sobra tu relación perfecta con Ce, pero si vienes a restregarme lo bien que os va, no me interesa.
- ¡Todo lo contrario Will! ¿Podrías escucharme un segundo?
Will se quedó callado. ¿No les iba bien? ¿Por qué eran pareja entonces? Estaba muy confundido. Muchas preguntas rondaban su cabeza y ninguna tenía una respuesta clara. Él no sabía que a Ce y a Mike les iba mal, de haberlo sabido, no se habría puesto tan celoso. No, celoso no era la palabra. Ni siquiera se acercaba a lo que quería expresar. Pero no encontraba otra palabra que se amoldara mejor que esa para explicar esa sensación que sentía cuando Ce y Mike se besaban delante de él. ¿Amargura? Algo así, pero también era una sensación cálida. Le gustaba imaginar que él era Once y Mike le besaba a él. ¿Dulzura? Quizá, pero tampoco se acercaba mucho. Simplemente estaba entre la fina línea de la amargura y los celos. Pero en esa línea también se balanceaba la dulzura, aunque ésta iba y venía, no estaba siempre presente. A veces la amargura y los celos también se bajaban de la cuerda y dejaban paso a la indiferencia, aunque no duraba mucho subida. Se cansaba rápido de balancearse. ¿Qué más le daba a Will que Mike y Ce se besaran? Mucho. Le importaba mucho. Más de lo que debería. Y en esos momentos deseaba que la indiferencia volviera a balancearse en la cuerda pero no podía porque ya se habían subido los celos. Y los celos y la indiferencia no se llevaban bien. A veces desearía que Once pudiera darse cuenta de que ella no ve a Mike de una forma romántica, o no de la misma forma que él ve a Mike. A veces le gustaría echárselo en cara y poder expresar con ella lo mucho que le gusta Mike y lo mucho que le gustaría estar en su lugar pero no puede. Algo se lo impide.
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