En Otra Vida © 【PAUSADA】

❁ 009 ❁

"All I want is nothing more
To hear you knocking at my door
'Cause if I could see your face once more
I could die as a happy man I'm sure

When you said your last goodbye
I died a little bit inside
I lay in tears in bed all night
Alone without you by my side

But if you loved me
Why did you leave me".

— All I want.

𖣔︴⇢ 𖦹 𑁍 ᯾ ❁ 🌺 ❁ ᯾ 𑁍 𖦹 ⇠  𖣔︴

...

⇢ 𑁍 ⇠  009: Un café con sabor a tus besos.

...

Él ya se encontraba recostado sobre el espaldar de la cama, seguía esperando a Jensen, la mandona.

Cuando ella se proponía algo, lo lograba sin lugar a dudas. Ella llegó a la habitación sonriendo con sus manos ocupadas por las pastillas y los bocadillos.

—Come un poco. —le hizo entrega de estos últimos y se sentó frente a él, esperando a que empezara a comer.

—Está bien. —él no se pudo negar al ver su mirada, veía autoridad en él, le generaba algo de miedo y al mismo tiempo le daba ternura, y hasta se podría decir, que le encantaba que le diera órdenes. Más aun si era por preocupación.

Él se tomó las pastillas después de comer, con un trago de agua, pudo pasar todas las pastillas con facilidad. No le gustaba tomar pastillas, pero si ella estaba muy preocupada, lo haría.

—Bien... —asintió ella satisfecha. Tocó su estómago suavemente y la acarició como un intento de bajar el dolor de los cólicos.—. Si me necesitas, estaré en mi habitación.

—¿Estás bien? —preguntó él, preocupado.

—Sí, sólo son cólicos, viene con el periodo. —aclaró ella.

—Oh, ¿duele mucho? —preguntó curioso.

—Un poco, sí. —sonrió levemente.

—¿Necesitas que te ayude en algo? —preguntó él, preocupado y nervioso.

—No te preocupes, estaré bien... —se acercó a él, tocando y palpando su frente, haber si todavía habían señales de la fiebre—. Aún ardes en fiebre, creo que debería quedarme a cuidarte.

—No, yo debería cuidarte... —intervino él—. Tus cólicos deben doler horrible, déjame cuidarte.

—Noooo. —ella negó y se levantó—. Buscaré algo en mi habitación, ahora vuelvo.

Se dirigió a la puerta y salió de ahí, suspiró levemente y caminó hasta su habitación. Agarró su celular y volvió a la habitación donde se estaba quedando él.

—Bien, ahora te cuidaré.

Le sonrió y luego él le devolvió la sonrisa.

—Duerme. —le sonrió ella, él negó con los ojos cansinos, no podía dormirse, debía cuidarla, no dormirse.

Ella lo vio así, sabía que se moría de sueño, pero no quería dormirse porque se aferraba a que él debería cuidarla. Sonrió y acarició su mejilla.