Capítulo 9

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—Huele bien.— Maki reconoció mientras observaba a la pelinegra cocinar.

—Obviamente, lo preparé yo después de todo.— se jactó son una sonrisita.

—Agh, eres tan arrogante.— le recriminó la menor haciendo una mueca. Por primera vez quería halagar a la pelinegra y ella lo echaba todo a perder.

—¿Que tiene de malo ser arrogante?— arqueó una ceja en busca de una respuesta por parte de Maki.

—Nada, pero tu lo eres en exceso.— señaló, como si fuera bastante obvio.

—Es mi encanto.— le sonrió con una dulzura fingida. Maki rodó los ojos por aquello.—¿Ya elegiste la película que veremos?— preguntó ya que la comida pronto estaría lista.

—Ya.— asintió la pelirroja. Había elegido una película de terror para hacer que Nico se asustara, el pensar en la mayor dando pequeños brincos por el miedo le causaba bastante gracia, recordó cuando a Nozomi le gustaba asustar a Hanayo, una ex compañera de preparatoria, con películas, vídeos e incluso bromas ridículas en las que siempre caía, y por mucho que Maki intentara evitarlo siempre la hacia reír.

—¡Genial! Prepara la mesa, la cena ya está lista.— avisó la pelinegra apagando el fuego de la estufa.

Maki rápidamente preparó una pequeña mesa plegable que llevó hasta la sala de estar y la colocó frente a un amplio sofá. Nico llevó la comida y seguidamente entre ambas llevaron los platos y algunas bebidas.

—Estás apunto de probar comida hecha por la gran Yazawa Nico, considérate afortunada.— dijo Nico sirviéndole un plato con comida.

—Mientras sea comestible no importa quién prepare la comida.— Maki se encogió de hombros restándole importancia.

Nico frunció el ceño.—Contigo no se puede.— negó con la cabeza, observando a la menor, esperando su reacción al probar la comida.

Maki tomó un poco con los palillos y se lo llevó a la boca ante la expectante mirada de Nico.

Deliciosa era una palabra demasiado pequeña ante lo verdaderamente exquisita que era la comida de Nico. Quizá también tenía mucho que ver que hacía años que no probaba una comida casera, algo que sin duda inundó su pecho de nostalgia.

—¿Que tal?— preguntó la mayor esperando ansiosa una respuesta por parte de Maki por algún motivo.

—Es bastante buena en realidad.— admitió tomando otro bocado.

—¿Sólo eso? Pensé que llorarías o algo así.— bufó sabiendo que obviamente estaba ocultando su verdadera reacción.

—No seas idiota.— negó Maki desviando la mirada. Aunque si era sincera consigo misma si había sentido unas pocas ganas de llorar al recordar la comida que su madre solía cocinarle hacía más de diez años antes de aquel fatal accidente...

—¿Qué película elegiste?— Nico cambió el tema ya que algo le decía que no debía seguir con aquella plática, quizá era un tema delicado muy profundo en el corazón de la menor, algo en lo que sin duda no quería meterse.

—Elegí una al azar.— mintió, no quería que Nico se negara a ver la película de terror que había elegido.

—Veámosla entonces.— Nico se sentó al lado de la pelirroja y comenzó a comer igual.

Luego de aproximadamente veinte minutos la película por fin había llegado a las tan ansiadas escenas terroríficas que esperaba, sin embargo....su plan había sido una mala idea.

Una pésima idea.

Efectivamente, Nico se había asustado con la película que había elegido, lo malo era que ahora se encontraba abrazándola para esconderse del monstruo que iba capturando a todos los chicos un por uno en la pantalla.

Chica perfecta- NicoMakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora