Son momentos como este

127 2 0
                                    

Son momentos como este en los que me cuesta trabajo sonreír, hacer cualquier expresión fuera de mis ojos tristes y labios sellados. Mi único consuleo es saber que en algún lugar de este dolor se encuentra el amor en mi, siempre dispuesto a apapachar mis penas y frustraciones. Pero en momentos como este, en los que mi alma rota no se siente, ¿qué hay para apapachar? Vacío, tal vez. Darle golpecitos al aire y decirle que todo estará major, que los humanos cambiaremos y todo estará arreglado; decirle que el sol sigue brillando y calentando sus corrientes, pero que algún día todo terminará y podrá tener paz. Pero el viento, al igual que mi alma, ya no se cree esa historia, y aunque lo hiciera, el dolor sigue ahí. Persistente e inalcanzable, salvaje e incontrolable, que aunque no lo pueda ver, sé que está ahí presente y que no se irá... Casi como en las religiones, y de la misma manera, debo brindarle a mi dolor el debido respeto, como todo creyente hace. Pues si no puede castigarme después de la muerte, lo hace en vida. Frecuentándome más seguido y con más afán, dejándome tirada en el suelo con papeles y tinta por todas partes, con letras escritas con sangre en mi mente, maldiciones disfrazadas de ideas originales, así como con pensamientos perturbadores hacia todo el mundo, y hacia mí misma, rompiendo mi identidad y convirtiéndome en alguien que yo no conocía, no quería conocer.

Todo esto está aconteciendo en este preciso momento, mi mente está agitada y nerviosa, en suspenso por lo que está a punto de ocurrirle a mi alma. No tengo ningún sentimiento para mostrar, el torbellino de confusion no me deja transmitirlos, pero mientras más escribo, más me acerco al fondo del problema. Y cuando termine, sé que otro pedacito mío estará roto, que otra parte de mí morirá. Así que recuérdenme bien como soy ahora, pues será la última vez que me verán así; prendamos las velas y veleemos para que el sentimiento viaje en paz por el tiempo infinito, y que en alguna dimensión cercana, choque de nuevo con mi pecho.

Mi mente en papel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora