Degrade Me. | ranpoe

Degrade Me.

Edgar Allen Poe siempre fue visto como una especie de manta mojada por sus compañeros. Siempre tomaba todo acostado, nunca para iniciar discusiones o peleas, era bastante tranquilo, sereno y compasivo. O lo era, hasta que Edogawa Ranpo entró en escena.

Poe había sido el rival de Ranpo durante varios años, nunca alcanzando realmente a Ranpo y su extrema genialidad y capacidad de deducción. Incluso después de una pausa de seis años, Ranpo fue tan rápido e ingenioso como siempre, resolviendo cualquier caso o problema que Poe le presentara con facilidad. Ranpo también se había quedado. Incluso después de vencer a Poe innumerables veces, él siempre estaba allí para molestarlo, ya sea rogándole grandes cantidades de comida chatarra o exigiendo nuevos casos para que los resolviera. Era como si estuviera haciendo alarde de su habilidad frente a Poe, o de su falta de ella. Poe siempre fue el segundo mejor, y decir que eso no había afectado su psique sería una mentira. Pero no podía negar la forma en que Ranpo lo hacía sentir mariposas en el pecho, o la forma en que su sonrisa arrogante y sus ojos verde esmeralda lo tentaban. Efectivamente, Ranpo se sentía de la misma manera, después de un montón de dejar caer pistas deductivas a un Poe siempre inconsciente.

Vivieron juntos una vida relativamente tranquila. Poe se quedaba en casa y escribía sus novelas, manteniéndose ocupado con Karl, a menudo acurrucado en su cabello o durmiendo la siesta en su regazo, y Ranpo, concediendo que Poe mantuviera su refrigerador y su despensa abastecidos, pasaba por ahí para cenar y tener sexo cada pocos días. Era mundano, doméstico, y volvió completamente loco a Poe. Anhelaba la intensidad de su anterior rivalidad. Claro, amaba a Ranpo y estaba asombrado por todo lo que hacía, pero extrañaba la pasión y el fuego detrás de sus primeros encuentros lujuriosos. Ranpo estaba lo suficientemente ocupado con la ADA manteniéndolo alerta, pero Poe se encontró aburrido. No ayudó que mantenerse al día con Ranpo estaba empezando a afectar su conducta tranquila y compasiva.

No fue una sorpresa que Ranpo fuera un mocoso, Poe lo sabía incluso antes de que comenzaran a verse. Por un lado, era mandón, y dos, era un glotón. Ranpo se quejaba hasta que Poe mantenía un suministro constante de golosinas en su casa, y se sentaba y abrazaba a Karl y se atiborraba viendo documentales de asesinatos, todo mientras Poe trabajaba en su oficina. A menudo irrumpía sin ser invitado, no es que a Poe realmente le importara, sino simplemente para holgazanear en su casa y esperar que Poe estuviera a su entera disposición. Si Poe no fuera tan amable y enamorado, cualquier persona en su sano juicio se habría vuelto loca.

Una noche, mientras Ranpo y Poe se besaban perezosamente en la cama tamaño king de Poe, Ranpo rompió el beso y miró a Poe con una ceja arqueada.

—Puedo decir que algo anda mal, así que también podrías salir con eso.

Poe tragó saliva. Por supuesto, Ranpo sabía que estaba insatisfecho con sus rituales diarios, no que fuera malo de ninguna manera. Sólo anhelaba un poco más de aventura.

—Me lees como un libro abierto, querido.—Poe suspiró. —Simplemente... quiero probar algo un poco diferente, eso es todo.

Ranpo lo miró con preocupación en sus brillantes ojos verdes. Claro, era un mocoso narcisista para la mayoría, pero eso no significaba que no amaba y se preocupaba por Poe tanto como Poe lo hacía con él.

—Soy todo oídos. ¿Por qué no decimos lo que queremos al mismo tiempo, de esa manera estamos en la misma página?— Ranpo dijo.

Poe lo pensó por un segundo, pero decidió que era lo mejor. Quería decirle a Ranpo cómo se sentía y ser sincero con su pareja.

—Está bien, a la cuenta de tres...— dijo Poe, antes de contar hacia atrás.

—Tres, dos ....

—¡Quiero que me degrades en la cama!