La noche estrellada era perfecta. Mientras fregaba las mesas con ese trapo húmedo ansiaba salir a correr bajo el cielo nocturno. Era noche de luna llena, la mayoría de mi especie estaría con las manos ocupadas y los colmillos clavados en algún cuello. Incluso si no era temporada de celo, la energía lunar hacía que los y las Omega estuvieran especialmente apetitosos para cualquier Alfa. Pero como siempre, yo era distinto.
Dejé impecable la última mesa y di por terminada mi tarea. El intenso aroma a frambuesas y miel me recordó que mis dos meseras del turno tarde aún estaban en la cocina, pero su horario ya había terminado. Cuando me acerqué a buscarlas, el ambiente cargado de feromonas Omega me golpeó de pronto. Su energía estaba por las nubes y era prácticamente imposible que no me afectara aunque podía resistirlo, tenía autocontrol. Toqué el collar en mi pecho, tapé mi nariz con la manga de mi camisa y entré.
— Chicas... ¿Qué-? —. La imagen en la cocina era demasiado elocuente. Las dos Omega estaban pegadas contra la mesada acariciando sus cuerpos mientras la más bajita lamía los pechos de la otra. Me volteé de inmediato tapando el costado de mi rostro con mi mano ¿Desde cuándo esas dos...?
— Lo sentimos, señor Kim, no queríamos ser indecentes... Pero...
— Lo sé, lo sé. No se preocupen.
— Ya nos íbamos.
— ¿Solas? Una noche como esta no deberían andar solas —dije volviéndome hacia las chicas que ya habían acomodado sus prendas— Las llevo.
Intentando contener mis instintos al máximo, cerré el local y subí al coche acompañado de las dos jóvenes. Conducir era una buena distracción y el viento que entraba por la ventanilla abierta despejaba mi olfato del fuerte aroma de sus glándulas. Odiaba imaginarme a mí mismo dejándome llevar por mi lado animal. Aunque la luna me mirase desde el cielo invocando a mi lobo ansioso por salir, yo me negaba a convertirme en lo que veía cada día y odiaba con todas mi fuerzas.
La clientela de mi cafetería muchas veces se caracterizaba por disfrutar del menú durante situaciones de cortejo. A menudo, los Alfa llegaban con la intención de degustar postres con los sabores de las esencias que más les atraían y, poco a poco, se había convertido en una costumbre entre Alfas y Omegas para encontrar pareja o una simple noche de apareamiento. Si bien los billetes en mi registradora aumentaban rápido, cada vez me sentía más incómodo con el rumbo que había tomado mi negocio. Sobre todo cuando las actitudes de los de mi tipo hacia los Omega que los rechazaban me avergonzaban profundamente.
Dejé a las chicas en la casa de una de ellas y, antes de irme, me aseguré de que estuvieran realmente a salvo. Estaba conmovido con su actitud. Otros Omega se rendían ante sus instintos y pasaban las noches de luna llena entregados a las garras de cualquier Alfa que estuviera dispuesto a tomar cada gramo de energía lunar en su sistema, sin importar salir lastimados u obtener marcas de lazos no consentidos. Pasar su luna llena juntas posiblemente les permitiera compartir esa valiosa energía que podían absorber de su elemento esencial. Por mi parte, yo prefería pasar esas noches ejercitando, aprovechando que mis hormonas estuvieran en su máxima expresión para resistir cualquier tipo de exigencia y mejorar mi musculatura.
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Crescent Moon 🌘 | ONEUS | LeeOn - XiDo
FanfictionGeonHak es el Alfa más raro que haya pisado la tierra, él no soporta el abuso que los de su especie hacen de los Omega, no cree en las almas gemelas y reniega de ser uno. Daría todo por ser un Omega, pero no tiene esa suerte. Mientras atiende su caf...