Mi Juguete Sexual

Estoy harta

Estoy harta...

Estoy harta de todo esto.

Ósea en pocas palabras estoy harta de mi padre y su jodida forma de "protegerme" según el, ni siquiera se a que se refiere, o más bien no quiero saber a qué se refiere, la verdad me da igual.

Todos los días es la misma maldita mierda, tengo la edad suficiente como para vivir MI vida a MI manera, me considero bastante madura como para saber lo que debo y no debo de hacer. En fin. ¡Son mis decisiones! Y si él NO está de acuerdo con ellas, no le queda de otra que vivir con el simple hecho de que ese es su problema y lidiar con ello.

Estoy harta de que siempre intente ayudar cuando muy bien sabe que no lo necesito. Harta de que esté siempre metido en mis asuntos. Todo lo que hago es porque quiero y el no lo puede entender. No lo quiere entender.

¡Quiero ser independiente!

Quiero vivir mi vida.

No quiero ser como él, no quiero trabajar en su estúpida empresa, esa simplemente no soy yo. Soy joven, quiero conocer el mundo mejor, quiero conocer a personas nuevas, quiero hacer amigos. Estoy cansada de que me tenga aislada de la sociedad, como si la humanidad fuera un peligro para mi. Me siento como su prisionera, y todos mis "actos" son considerados en contra de sus reglas y normas, ante sus ojos soy rebelde e impulsiva.

Yo solo ando en busca de mi identidad, y dudo mucho que eso se deba etiquetar como rebeldía e impulsividad.

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El camino a la empresa se me hacía eterno, y la compañía del chófer era igual de inútil que su existencia. Estar en un auto con alguien con el que no tienes permitido hablar es igual a no estar con nadie. Me había dejado llevar por los pensamientos, estaba ida en otro mundo y sin darme cuenta habíamos llegado a la dichosa empresa que tanto odiaba, el infierno.

Tan pronto salí del auto suspire pesadamente, la expresión que mostraba mi rostro lo decía todo, la empresa simplemente me hacía sentir de mal humor. Caminaba a paso de tortuga dirigiéndome a la puerta principal de la empresa, sintiendo la brisa fresca y relajante por casi todo mi cuerpo ya que traía un vestido corto y algo ajustado que solo cubría mi torso y mitad de mis muslos. Ya adentro, recibía la mirada de clientes, empleados y alguno que otro empresario, todos hacían una leve reverencia ante mi presencia y luego volvían a lo suyo.

Ser la hija de uno de los empresarios más importantes de Corea del Sur tenía sus ventajas y desventajas. Lo único "bueno" por así decirlo, era tener todo lo que pudiese querer, absolutamente cualquier cosa que me pudiese imaginar. Pero lo malo?... Tenerlo todo no era suficiente, tenía todo lo material, pero no tenía una vida social u emocional. Tenerlo todo me era aburrido cuando no tenía con quien compartirlo o disfrutarlo.

Mi papá, un hombre con mucho poder e influencia. Lo más importante para él antes que yo SU HIJA, era su imagen. Por lo tanto yo tengo la obligación de hacer todo al pie de la letra, sin el más mínimo error. Solo nos juntamos con gente de alta clase social, pero sólo él es quien puede hablar y dirigirse hacia las personas. Mi madre nunca lo ha cuestionado y hace todo tal como mi padre lo pide, ella siente gran devoción por él, y como ha de esperarse, mi padre es más importante para ella que yo.

Que vida no?

- Empresario Choi -hace reverencia el secretario- Su hija la Srta. Choi ha llegado